No conformarnos ante ningún incumplimiento
CASI no necesita que le hagan preguntas. Basta un pie forzado y la ministra Meisi Bolaños Weiss diserta sobre las prioridades y contingencias del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), un organismo rector de políticas que alcanzan a toda la ciudadanía.
El Presupuesto del Estado, la contabilidad o el dilema de los precios; la participación de los trabajadores en el control popular y la atención al personal que labora en las direcciones globales de la economía, la informatización y la comunicación de los procesos financieros; todo lo concatena con visión integradora.
Proveniente de una entidad del sistema empresarial que pertenecía a Finanzas y Precios, Bolaños Weiss comenzó a laborar en ese Ministerio en el año 2005, como directora jurídica. “Allí tuve la oportunidad de prepararme en todos los temas del MFP, porque siempre las políticas, las metodologías, terminan en una norma. Fue una etapa muy bonita, donde tuve la oportunidad de aprender de otros compañeros y fundadores del Ministerio, con tanta experticia y conocimientos”.
Desde el 2007 asumió como viceministra la atención al control de la política fiscal y a la Administración Tributaria, entre otras tareas.
Una adecuada disciplina contable
“Como organismo global, el Ministerio es rector de las finanzas públicas, y de temas económicos tan importantes como la política tributaria, la contabilidad gubernamental, los precios, la financiación presupuestaria y la sostenibilidad fiscal.
“Por tanto, el papel del MFP no lo podemos ver a corto plazo. Tiene que trazar estrategias para acompañar el proceso de actualización del modelo económico y social, así como del Plan de Desarrollo hasta el 2030, aprobados por el VII Congreso del Partido. Parte de que lo hagamos con éxito, en pos del socialismo próspero y sostenible que queremos alcanzar, depende del manejo adecuado de las finanzas.
“A corto plazo, una de las estrategias para el 2019 es buscar mecanismos que tiendan a lograr una adecuada y generalizada disciplina contable. La contabilidad es el soporte de toda actividad económica. Es la fotografía de lo que acontece en una empresa, en una unidad empresarial de base, en una cooperativa.
“Es un asunto en el cual tenemos que movilizar a los economistas y contadores; a la academia y sus investigadores, para determinar qué debemos ir cambiando en los procedimientos; pero también con mucha exigencia en que se cumpla, oportunamente, el registro de las operaciones. Eso propicia un ambiente de control, transparencia, trazabilidad; y da sobre todo, a nuestras empresas, credibilidad y mejores resultados en su gestión.
“Una de las líneas es preparar mejor y sistemáticamente al personal de las áreas contables y financieras. Tenemos que lograr que los estados financieros se usen para tomar decisiones desde la base. Un ejemplo es la cadena de impagos que se manifiesta en varios sectores, una consecuencia y un reflejo de la falta de disciplina contable, en la gestión económica, en el incumplimiento de las regulaciones de la contratación. Son indisciplinas inadmisibles, que pasan por el control y la exigencia que tienen que desempeñar los cuadros y los directivos de esas áreas y de las entidades.
“Debemos trabajar además en el marco regulatorio para actualizar procedimientos. Por ejemplo, el Ministerio prepara un plan de capacitación y divulgación sobre la nueva normativa contable financiera para los activos intangibles. Muchos sectores claves de la economía generan valor agregado a partir del conocimiento, del desarrollo de programas, que se debe registrar, contabilizar.
“Tenemos que lograr desde ahora registros fiables, estados financieros razonables, una contabilidad aceptable, transparente y oportuna, que nos permita transitar de manera exitosa hacia ese ordenamiento monetario y financiero, cuando las condiciones estén creadas para ello, en lo cual se trabaja. Les irá mejor a las entidades con contabilidad y un buen manejo de las finanzas”.
Presupuesto y racionalidad
“Hay que aterrizar la noción de racionalidad en el sector presupuestado. Si existe una cantidad de dinero para realizar un grupo de actividades que responde al encargo estatal de cada entidad, con respaldo en el plan económico, ¿cómo lo uso de modo que se revierta en un servicio de mayor calidad?
“Debemos rescatar, desde la planificación, la elaboración de los presupuestos a partir de normas unitarias de gasto. Esta herramienta nos permite una aproximación a cuánto le cuesta al país atender un paciente, realizar una cirugía especializada o cualquier otro servicio, así como que las finanzas se desenvuelvan en un ambiente de mayor efectividad que favorezca esas prestaciones. Tales normas son esenciales en actividades con alta asignación de dinero del Presupuesto, por ejemplo, en Comunales.
“El Presupuesto es un reflejo de lo bueno y lo malo que sucede en nuestra economía. Si no se cumplen los niveles de actividad inscritos en el plan, entonces no vamos a tener los ingresos previstos. Si eso no pasa, no tendremos el dinero de manera oportuna para financiar los gastos presupuestarios, para otorgar recursos a sectores claves del desarrollo económico y social. Por otra parte, cuando no se recaudan los ingresos, se puede generar mayor déficit, incrementar la deuda pública.
“Por tanto, se adoptan todas las medidas para lograr que los actores y administradores de ese presupuesto cumplan. No nos podemos conformar con incumplimientos, aunque sean en la producción de un mes. Porque no solo es el impacto que pueda tener para la gestión de la empresa, incluso hasta en el pago por resultados a sus trabajadores o en la distribución de utilidades; sino los efectos nocivos para el Presupuesto”.
Reservas en la planificación
“En el año 2018 se estimó un sobrecumplimiento de los ingresos al Presupuesto del Estado de poco más de 700 millones de pesos. Se va a lograr acercar un poco más la planificación a los resultados, porque esta cifra es mucho menor que la de años anteriores. Pero sin lugar a dudas hay reservas en la planificación. Tenemos que identificar dónde están todos los potenciales económicos para lograr, con la participación del colectivo de trabajadores en las empresas, ampliar las producciones o hacerlas más eficientes.
“Los indicadores de utilidad, de producción física por encargo estatal, o de ventas, son lo mínimo en el plan. Hacer cuanto más podamos, pero no que surja por el camino, sino que se incorporen en la planificación. Por eso la importancia de que los trabajadores participen sin formalismo en su discusión.
“Además tenemos reservas en el Presupuesto como efecto estimado de las acciones de control que se van a hacer, las cuales es preciso planificar mejor. Hay que lograr ir identificando las capacidades que existen no solo por estructura económica o sector, sino también por tipo de tributo. Dos ejemplos que no deciden por su monto, pero donde se han dado muchas facilidades y todavía los planificamos muy conservadoramente: el impuesto sobre transporte terrestre y la tasa de radicación de anuncios.
“¿Cuántos carteles no hay ahora en las ciudades a partir del desarrollo de formas de gestión no estatal? O incluso los anuncios de los establecimientos comerciales y gastronómicos estatales que se revitalizan. ¿Y hay una correspondencia entre todos los carteles y el pago de la tasa, la cual además va a los gobiernos locales?
“También el estudio para adoptar medidas que eviten los sobrecumplimientos excesivos de las utilidades planificadas, tal y como se anunció en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional en diciembre pasado, tiene como objetivo eliminar la inadecuada práctica de planificar con reservas.