Nos acusaron injustamente
El doctor Ramón Emilio Álvarez Cepero, especialista en Endocrinología y Máster en Cuidados Intensivos, ha cumplido tres misiones internacionalistas: Nicaragua (1989), Angola (del 2011 al 2014) y la más reciente, en Bolivia, donde permaneció por 27 meses.
Se trata de uno de los cuatro colaboradores cubanos que fueron detenidos por la policía boliviana y estuvieron presos por casi 72 horas.
Ya en la tranquilidad del hogar y junto a sus familiares, en su natal Cienfuegos, donde trabaja en el Hospital Universitario Doctor Gustavo Aldereguía Lima, conversó con Trabajadores.
“Estaba en la ciudad de El Alto. Laboraba en un centro oftalmológico y en un hospital, los que funcionaban eminentemente con personal cubano”.
¿Cuándo y cómo los detienen?
Ocurrió al regresar de La Paz, a donde habíamos acompañado al económico a retirar nuestro salario. En ese momento ya habían quemado la bandera de los indios, la wiphala, y existía cierto grado de control en las calles. En un tranque, cerca de la casa, llamaron a la policía. Nos llevaron al Regimiento 3. Allí hicieron fotografías, llenaron documentos y nos retiraron las identificaciones.
¿Cómo fue el tratamiento?
Obviamente, no fue cortés ni gentil. Nos pusieron a mirar para la pared para evitar que nos comunicáramos entre nosotros. Nos vincularon a las manifestaciones en apoyo a Evo y nos acusaron injustamente.
¿Qué se hizo para que los liberaran?
La Fiscalía de El Alto fue la que nos llevó a la Fuerza Especial Contra el Crimen, en La Paz, adonde llegaron poco después la coordinadora de la Brigada Médica y el primer secretario de la embajada de Cuba en Bolivia. Primero nos culparon de aportar finanzas a quienes participaban en las marchas, pero eso no está tipificado como un delito en el Código Penal de Bolivia, y cambiaron la acusación a enriquecimiento ilícito, para poder seguir con la investigación.
Como el supuesto delito fue cometido en El Alto, tenía que actuar el fiscal de allá, quien se entrevistó con nosotros. Nos dijo que nada había sido probado y que pediría la libertad inmediata. Al otro día nos liberaron.
¿Fueron momentos difíciles?
Sí. La Televisión nos fustigaba mucho. Los policías no nos maltrataron, pero tampoco fueron amables.
¿Cómo queda la atención a la salud en Bolivia?
Lo que más extrañarán los pobres será la Operación Milagro, que beneficiaba no solo a bolivianos, sino también a peruanos, argentinos, brasileños...
¿Dispuesto a cumplir otra misión?
¡Seguramente!