El mensaje de las cifras
Hay cifras que alarman. Y las que tengo ante mí obligan a encender el bombillo rojo, como suele decirse. Los números que incorporaré a estas líneas son imprescindibles, sobre todo porque tienen una relación directa con la seguridad y la salud de los trabajadores, que es igual a decir, con la vida misma. El Observatorio de la Economía Latinoamericana ha definido que “en el mundo actual la Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (GSST) ocupa un lugar importante dentro de la gestión de los procesos de Recursos Humanos, pues constituye un pilar fundamental para mantener la fuerza de trabajo satisfecha y altamente motivada y estos a su vez constituyen el eslabón fundamental de toda una cadena de acciones y recursos necesarios para lograr eficiencia en cualquier organización”. A buen entendedor, con esas palabras bastan para comprender el significado real, táctico y estratégico del asunto que abordamos. En Cuba, la GSST tiene la mayor prioridad y así está refrendado. De manera específica y por razones obvias, el movimiento sindical le concede la mayor relevancia. Pero no siempre las preocupaciones y ocupaciones se corresponden con los resultados. En los primeros seis meses del año, según consta en un informe analizado en el Secretariado Nacional de la CTC a partir de los datos registrados por la Oficina Nacional de Inspección del Trabajo, se investigaron 49 accidentes mortales, en los cuales fallecieron 53 trabajadores. De estos, tres fueron múltiples y causaron siete muertes. Durante ese período, la accidentalidad aumentó en un 19 % en relación con la del año anterior, tanto en los accidentes de trabajo, como los ocurridos en las vías. La cantidad de fallecidos se elevó en un 13 %, mientras que el 54 % de los hechos fueron propiciados por la conducta inadecuada de los trabajadores, el 31 % por problemas organizativos y el 15 % por deficiencias técnicas. Entonces, el asunto no anda bie no obstante los chequeos y las medida adoptadas, y requiere de una preocu pación mayor y sobre todo, de una ex gencia más eficaz, principalmente par eliminar los riesgos y acrecentar la res ponsabilidad individual y colectiva. Veamos otras cifras que resulta elocuentes. En el acto de clausura provincia de la Jornada Nacional de Segurida y Salud en el Trabajo en Cienfuego se informó que debido a la acciden talidad laboral allí, se dejaron d aportar a la producción de bienes servicios millones de pesos. En lo primeros nueve meses del año en es pequeña provincia ocurrieron 87 ac cidentes en centros laborales y 25 e las vías con vehículos estatales invo lucrados. Evidentemente, resulta impres cindible elevar el papel de los diri gentes administrativos y sindicale correspondiéndoles a estos último exigir el derecho de los trabajadore a contar con la mayor protección medios con la calidad requerida. A esas cuestiones se refirió d manera enfática en un reciente en cuentro sindical Roberto Bethart Mazorra, jefe del Departamento d Asuntos Laborales y Sociales de l CTC, quien precisó que las ansia lógicas de producir y brindar servi cios no pueden provocar que se la bore en condiciones inseguras y co medios de protección inadecuados sin ellos. También criticó la indisciplin existente en algunas entidades con l ejecución del presupuesto para la com pra de los medios requeridos, y record que en el año 2018 la utilización del f nanciamiento dispuesto no rebasó el 4 por ciento. Todo lo relacionado con la segu ridad y salud en el trabajo no pued tratarse con “paños tibios” ni tole rancia. En los consejos de direcció y en las asambleas de representante y de trabajadores tienen que ser má analíticos y enfáticos al respecto. Nada es más preciado que la vid de una persona. Entonces, hay qu actuar en consecuencia.