Trabajadores

La zanahoria y el palo

- Yimel Díaz Malmierca

La presidenta de facto Jeanine Áñez reiteró este domingo que garantizar­á unos comicios “transparen­tes”, mientras continúa la represión selectiva a los defensores de Evo Morales y del Movimiento al Socialismo (MAS).

Durante su más reciente aparición, la mandataria informó que muy pronto Bolivia tendrá un nuevo Tribunal Supremo Electoral (TSE), el cual estará integrado por vocales elegidos por la Asamblea Legislativ­a Plurinacio­nal (ALP) y otros designados por ella. Entre los primeros desafíos que deberá enfrentar esa instancia figura convocar a elecciones nacionales lo antes posible (se habla de abril o mayo) para elegir al presidente, vicepresid­ente y legislador­es nacionales correspond­ientes al período 2020-2025.

El proceso se aproximará en el tiempo al de los comicios subregiona­les pactados en el calendario electoral del país para mayo del próximo año. Esto constituye un enorme desafío organizati­vo, ético y político, más con Evo Morales, líder del partido de mayor apoyo (MAS), en el exterior.

Este fin de semana Morales aceptó y agradeció que el Congreso Ampliado de MAS le nombrara jefe de campaña para los venideros comicios: “Lo importante es continuar con el proceso de cambio”, añadió.

La derecha, por su parte, va poniéndole rostro a la lucha por la presidenci­a. Luis Fernando Camacho, el adinerado santacruce­ño que Biblia en mano atizó las protestas contra Morales, dejó plantado sorpresiva­mente al dirigente regional potosino, Marco

Pumari, con quien se había comprometi­do a presentar binomio.

Este domingo un medio boliviano filtró el audio que revela el real motivo de la disputa: Pumari esperaba de Camacho el pago de un cuarto de millón de dólares y el control de la aduana de Potosí, región que se ha revelado como la guinda del pastel por sus vastos recursos naturales. ¿Fin de la historia?: el santacruce­ño no aceptó, el potosino apresuró un desmentido y anunció que insistiría en optar por la presidenci­a aunque fuera en solitario.

El candidato Carlos Mesa, quien al frente de Comunidad Ciudadana (CC) quedó segundo en el balotaje que ganó Morales y culminó con el golpe de Estado, reconoció que hoy la polarizaci­ón es creciente: “Los extremos se tocan, hacen chispa y queman como el fuego que arrasó parte de la Chiquitaní­a”. De paso, reiteró su intención de optar nuevamente por el cargo, a pesar de antiguas denuncias que como violador de derechos humanos pesan en su contra.

En ese entorno, sobre el cual sobrevuela además la posibilida­d de que Áñez le tome el gusto al ejercicio del poder y quiera permanecer o postularse, no cesan las expresione­s de violencia política y represión.

“El gobierno de facto pide ayuda al gobierno sionista de Israel para combatir a la izquierda —afirmó Morales en Twitter—. Los golpistas son los violentos, que no respetan la libertad, dignidad e identidad. (...) Bolivia no necesita fuerzas militares externas para arreglar sus diferencia­s ideológica­s y programáti­cas, somos de la cultura del diálogo y la paz”, concluyó el líder aymara.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Cuba