Adiós a un héroe de mar
El eterno patrón del barco langostero Argus VII, aquel señor mitad guajiro, mitad pescador, sencillo como solo los hombres de mar suelen ser: Gervasio Segundo Anaya García, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, ha muerto.
Una enfermedad fulminante fue la culpable de que esa vida de total entrega hacia el trabajo, hacia la pesca por más de 40 años, concluyera. Durante ese tiempo fue un pescador de langosta que acumuló cifras únicas de capturas, pues siempre estaba dispuesto a no dejarse vencer por el cansancio para sobrecumplir los planes pactados con la Empresa Pesquera Industrial del municipio camagüeyano de Santa Cruz del Sur.
Así su embarcación, insignia de la pesca en el país, ostentó efectos económicos asombrosos. De esas ganancias hacía entregas desinteresadas al programa materno infantil, y también donaciones de equipos y dinero al hospital municipal.
Fue merecedor de las distinciones Lázaro Peña, los sellos XVI y XVIII Congreso de la CTC, la Medalla Hazaña Laboral y la condición de Vanguardia Nacional en 22 ocasiones, todas antes de aquella que más lo enorgullecía: Héroe del Trabajo de la República de Cuba.
Gervasio también fue fundador de la Formación Especial Naval, donde se desempeñó como jefe de flotilla y de escuadra. Trabajaba de conjunto con la dirección de guardafronteras en el control de las costas, en la recogida de drogas y de embarcaciones para emigraciones ilegales.
Fue delegado a congresos de la CTC y precandidato a diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
El pueblo de Santa Cruz del Sur acogió como hijo natural al hombre que nació en Niquero. Y ese mismo pueblo fue el que el pasado 9 de diciembre le dijo adiós al hombre sencillo del mar, al padre, al jefe, al conversador, al que nunca perdió la sonrisa, al héroe pescador. | Gretel Díaz Montalvo