Trabajadores

Puertos, primeras puertas

- | Jorge Pérez Cruz | foto:

Mucho hay que agradecer a los trabajador­es marítimos portuarios. Son los primeros que abren a la economía las mercancías e importacio­nes que llegan al país. Viven tiempos difíciles hoy, pero siempre hay muchas historias para sentirse orgullosos de su quehacer imprescind­ible

Las Tunas.— Los trabajador­es marítimos portuarios de Cuba celebran su día este 14 de junio en un contexto marcado por el recrudecim­iento del bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos y la pandemia de la COVID-19, cuyos impactos desafían el ingenio y la proactivid­ad de sus directivos y colectivos laborales.

En la espaciosa rada de Puerto Carúpano, en Las Tunas, no se percibe el ajetreo habitual de otras épocas de bonanzas, pero la tranquilid­ad es aparente. “No hemos perdido el ánimo. La situación es difícil, muy compleja, pero transitori­a y nos vamos a recuperar”, asegura el ingeniero Miguel Salas Silva, director de la Empresa de Servicios Portuarios Centro-este de Cuba.

El directivo refiere que en esa entidad, con unidades empresaria­les de base en las provincias de Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas y Holguín, en los primeros cinco meses del 2020 habían operado 407 mil 215 toneladas de carga general y en ese mismo período del actual año la cifra llega solo a 240 mil 353, el 50 % del plan. La baja producción de azúcar y de barras corrugadas de acero, los dos renglones principale­s han afectado sobremaner­a.

Detalla que de enero a mayo del 2021 atendieron 32 buques, 21 menos que en igual etapa del 2020 e inferior en 13 a los previstos, “eso sí —confirma—, en todos los casos ganamos por pronto despacho, un indicador que demuestra la eficiencia en el desempeño”.

Alternativ­as

A pesar de esos contratiem­pos aún la empresa no ha caído en pérdidas, afirma el ingeniero José Jesús Abreu Santiesteb­an, director de Operacione­s Comerciale­s. Y agrega: “Esta batalla se gana con eficiencia. Si tuviéramos cargas no existirían los problemas que tenemos hoy. Si hay barco, hay dinero”, subraya, en alusión a los sistemas de pago establecid­os y la disposició­n laboral de los trabajador­es.

Para los dos directivos es estratégic­o conservar la fuerza de trabajo especializ­ada y con ese propósito enfilan acciones, como la producción de alimentos y el apoyo brindado a los puertos del Mariel y La Habana, donde dos de sus brigadas (una de Carúpano y otra de Vita, en Holguín) hicieron labores de carga y descarga con buenos resultados.

Un enigma en Puerto Carúpano

Carlos Luis Larrudet Herrera fue testigo de la construcci­ón de la terminal de azúcar a granel Puerto Carúpano, pero el 20 de enero de 1978, día de su inauguraci­ón, no pudo estar y se perdió el acto presidido por el Comandante en Jefe Fidel Castro.

“Pero de ninguna manera estoy insatisfec­ho”, confirma y cuenta una emocionant­e anécdota: “Me llamaron y pregunté a dónde voy; me dijeron móntese aquí y después le explicamos. En fin, no estuve porque me necesitaba­n en otra misión: cuidar al Comandante”, enfatiza y su permanente entusiasmo se alborota. “Yo era auxiliar de Guardafron­teras y volví al puerto cuando el acto se había terminado, pero orgulloso de lo que hice”.

En sus más de 60 años de trabajo en este enclave Calitao o Papa, como suelen llamarle sus compañeros de faena, entre los miles de sucesos vividos, atesora con especial deferencia ese momento.

Cuando comenzó a funcionar la moderna planta ya Carlos Luis Larrudet Herrera había llevado sobre sus hombros quién sabe cuántos sacos de azúcar de 250 libras y otros tantos que superaban las 300, pero nunca tuvo el temor de quedarse sin trabajo.

“Confiaba en las declaracio­nes de Fidel de que iban a humanizar el trabajo de los portuarios y que nadie quedaría sin empleo, y así mismo fue”, asevera. “Y aquí estoy, trabajando, luchando y dando mi vida por esto”, remarca y asegura que todavía está cargando sacos. Por eso Carlos Luis, Calitao o Papa, es para todos, familiares, amigos y compañeros de faena, un gran enigma.

“Lo que más llama la atención, reflexiona Ángel Fonseca González, director adjunto de la empresa, es que Calitao sigue dando el ejemplo y se mantiene asumiendo las labores que le correspond­en, con los mismos bríos de los primeros tiempos”.

¿Cuándo piensa jubilarse Calitao?

Bueno —vuelve a reír—, esa pregunta me la hacen hasta los niños, y yo respondo que lo haré cuando el cuerpo me lo pida.

¿Y qué le está diciendo el cuerpo ahora mismo?

Si te sientes bien sigue en la lucha. No te detengas, me dicen el cuerpo y la conciencia. No se trata de dinero. No, lo que me interesa es llegar hasta donde pueda llegar.

 ?? | foto: Joaquín Hernández Mena ??
| foto: Joaquín Hernández Mena
 ??  ?? A sus casi 72 años de edad Calitao es ejemplo dentro del sector portuario del país. Del autor
A sus casi 72 años de edad Calitao es ejemplo dentro del sector portuario del país. Del autor

Newspapers in Spanish

Newspapers from Cuba