De trabajador a deportista: un abrazo
La actividad prometía ser breve, pero emotiva. Y lo fue.
En la sede de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) una parte de la delegación olímpica cubana (pesistas, tenistas, personal médico, entrenadores y directivos) recibió este viernes el aliento de quienes aportan a la construcción económica del país, y como fieles seguidores del deporte que estarán pendientes este verano de la cita en Tokio.
La bandera de la CTC entregada a Jorge Moisés Campos era un protocolo que, dicho rápido y bien, simboliza el acompañamiento del movimiento sindical a cada esfuerzo, entrega, medalla o podio que se logre. El pesista Olfides Sáez lo resumió en una idea: “Confíen, vamos a darles los alegrones que el pueblo siempre espera”.
El secretario general de la CTC, Ulises Guilarte De Nacimiento, quiso volver a esa bandera cuando les habló. “En ella va el profundo amor y la convicción que tenemos de que ustedes sabrán representarnos con el máximo honor, derrochando combatividad y disciplina. Siempre habrá que defender allí ser cubano”.
Luego vino la música, el reconocimiento puntual, las fotos y hasta el debate oportuno sobre las posibilidades reales de alcanzar entre tres y cinco títulos. El Secretariado Nacional de la CTC aprovechó para contagiar de energía a los que han tenido que vencer no solo un complicado sistema de clasificación, sino también la dura pandemia.
¿Quién dijo que no se puede abrazar con el sentimiento compartido de victoria? Trabajadores y deportistas, Cuba y su esperanza olímpica, el sudor del obrero y el del atleta. Así terminó una actividad que fue breve, pero bien emotiva.