Actuemos juntos ya
Estoy contento, pero no totalmente satisfecho porque a mi provincia de Ciego de Ávila le entregaron la llave para que abra las puertas de la Jornada Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, cuyo acto central tendrá lugar mañana 1.º de noviembre, en la Empresa de Materiales de la Construcción.
Por esa noticia experimento alegría y optimismo porque los trabajadores avileños, junto a sus dirigentes administrativos y sindicales, guapearon para disminuir los accidentes laborales que hasta septiembre pasado se reportaban 39 casos, 21 menos que en igual etapa del año 2021.
Muy diferente sensación siento ante las estadísticas de los fallecidos. No fueron la COVID-19 ni el dengue sus ejecutores, sino los accidentes que les segaron la vida a siete trabajadores, tres en sus centros laborales y cuatro en la vía pública.
De seguro jamás olvidarán sus familiares al obrero que falleció en un cañaveral sofocando un incendio, al empleado que se acostó a descansar delante de un camión estacionado y fue atropellado al ponerse en marcha y el compañero con daños visuales tras partirse un cable de la electricidad en la industria azucarera, incidencias todas en Primero de Enero, el municipio de más accidentes mortales en el presente año.
Este territorio y el sector agroazucarero no solo tienen un bombillo rojo encendido para detener las infracciones. Otros casos llamaron la atención este año cuando un ómnibus de turismo se salió de la carretera en Cayo Coco y le causó la muerte a una persona y varias resultaron lesionadas, y tres educadoras que transitaban por una vía sin aceras fueron atropelladas por un automóvil.
Ahora, mas que mencionar los nombres de culpables e inocentes, se trata de alertar para prevenir en las entidades lo que ocurre en la actualidad: Violaciones de los procedimientos para el trabajo seguro, las deficiencias en la evaluación de los peligros y riesgos e indisciplinas por parte de dirigentes y trabajadores.
Frente a este panorama continúa sin solución una añeja inquietud. El presupuesto para los medios de protección personal tiene una significativa inejecución con algo más del 51 % de cumplimiento.
La “fiebre” alta de los precios de esos productos, algunos de mala calidad, tiene contagiado a un grupo de entidades, pero lo inaudito es que varias de ellas poseen el financiamiento y no lo gastan, peor las que no lo planifican como si ignoraran que las fuerzas productivas constituyen su principal recurso.
Tal parece que otro ente conspirador contra ese ambiente laboral sano y seguro al que se aspira es la accidentalidad vial que actualmente se confabula con la accidentalidad laboral. Por ejemplo, el 56 % de las 189 colisiones totales (27 muertos y 202 lesionados) en la provincia en los primeros nueve meses del presente año, corresponden a vehículos del sector estatal.
Por supuesto, las actividades programadas del 1.º al 30 de noviembre venidero, no serán suficientes para perfeccionar la estrategia de Seguridad y Salud en el Trabajo, no se trata de 30 días de acción, sino de 12 meses de labor.
Y, aunque el movimiento sindical, junto con las direcciones provinciales de Trabajo y Salud, han potenciado el movimiento de Centro Seguro, aún persisten en algunos lugares disyuntivas relacionadas con el poco control de las medidas de prevención, falta de exigencia de los jefes, deficiente capacitación y violaciones de leyes, normas y procedimientos, por lo que se impone que actuemos juntos ya.