Diario Libre (Republica Dominicana)
Sindicalismo del siglo XIX
La ADP, el SEMMA, la COOPNAMA... Entre su sindicato, su seguro médico y su cooperativa, los maestros aparecen en la prensa continuamente, rara vez por reclamos académicos.
Los maestros tuvieron el apoyo social necesario para mover los presupuestos generales y hacer de su profesión un proyecto nacional. Muchos nos hemos arrepentido ya. Han agotado ese capital político y social.
No se siente a sus portavoces entregados y enamorados de un objetivo que cuesta todo el dinero del mundo. Se quejan y quejan y quejan. Cuando no es el seguro médico es una nómina que hay que revisar. Y debería revisarse más todavía y deberían ser ellos mismos los más interesados en que se saquen todas las botellas. En todas las provincias.
Ni siquiera tiene sentido que tengan una ARS particular o un hospital propio. Deberían afiliarse al SENASA o a una entidad privada con experiencia. Pero no... hay que hacer excepciones. ( Con ellos. Con los choferes. Con los invasores de tierras. Con los importadores de pacas. Con los legisladores. Con los riferos. Con los dueños de bombas. Con los legisladores riferos dueños de bombas...)
Los maestros hacen mal en protestar una medida que obviamente es necesaria y que en cualquier empresa es de procedimiento. Las irregularidades se solucionarán y si alguien fue sacado injustamente, se repondrá. La amenaza de montar una carpa con embarazadas y sillas de ruedas es simplemente inaceptable.
Son los profesores que están formando las mentes y el carácter de las generaciones del futuro. Nadie pretendía resultados inmediatos, pero están impartiendo una aburrida lección de sindicalismo del siglo XIX. Esa no era la idea que nos llevó a la calle con sombrillas amarillas...