Valores en la escuela

“No digamos jamás la mentira, ni engañemos a nuestros papás, que no hay cosa más bella que un niño, cuando sabe decir la verdad”.

Esta canción, nunca la he olvidado, menos aún los principios y valores que en el colegio obtuve. Y me pregunto ¿por qué no se puede hacer una práctica en las escuelas, el inculcar valores en los estudiantes? Recuerdo que en fila todos los estudiantes debían reverenciar la bandera. También se cantaba el himno nacional. Y ni hablar de la supervisión de tareas y libros, la clase de moral y cívica, y de religión, que no era leer la Biblia, pero sí contar sus historias unidas a alguna ilustración que fijara el mensaje y el modelo de conducta que ella sugería.

Señor Presidente, valoro los esfuerzos que se hacen para mejorar la calidad de la educación en nuestro país, pero sin formación humana, de nada sirve la educación y aunque es cierto que esta se adquiere en el hogar, la escuela puede contribuir a través de la disciplina, el orden, la autoridad, el respeto y el civismo a lograr mejoras sustanciales en los jóvenes que llegan a la escuela carentes de toda formación.

Con tristeza recibí en estos días un vídeo de 5 adolescentes uniformadas en un aula contorneando sus cuerpos frente a la pizarra. Obviamente estaban sin autoridad, pero en ese escenario que es la escuela, subieron a las redes la triste realidad de la falta de formación y pudor. Soy de las que creen que no todo está perdido, que si se quiere se puede, y que estamos aún a tiempo de enmendar errores con voluntad, firmeza y autoridad. Podemos frenar los casos Emely, aún hay tiempo.