Diario Libre (Republica Dominicana)
.UNA CIUDAD LLENA. .DE OBSTÁCULOS. AL TRÁNSITO.
El INTRANT debe regular estas paradas según ley 63-17, artículo 57
SD. Las paradas improvisadas representan un obstáculo
el buen flujo del tráfico y la circulación peatonal en una ciudad con sus vías cada vez más congestionadas. Un ejemplo es el de la calle París con Duarte, donde tanto los vehículos de concho, como las guaguas del transporte público se detienen a dejar y recoger pasajeros, entorpeciendo el paso de otros vehículos y poniendo en riesgo la vida de los peatones que se deciden a cruzar la vía en esas condiciones. La situación empeora con la presencia de numerosos puestos de ventas informales que reducen el espacio. Lo mismo ocurre en otras tantas vías. Según la Ley 63-17, en su artículo 57, el INTRANT debe regular esas paradas.
SANTO DOMINGO. En una ciudad con sus vías cada vez más congestionadas de vehículos, las paradas improvisadas del transporte público representan un obstáculo para el buen flujo del tráfico y la circulación peatonal.
En la avenida Lope de Vega, casi esquina José Amado Soler, queda evidenciada la imprudencia de decenas de chóferes de carros públicos de la ruta del mismo nombre, que suelen estacionarse encima del paso peatonal a esperar pasajeros, provocando frecuentemente un estancamiento en la zona.
Lo mismo ocurre en la avenida Simón Bolívar con Máximo Gómez. Por años las rutas de San Cristóbal y los carros públicos han hecho del lugar una parada que ocupa buena parte de ese perímetro, ante los esfuerzos sin éxito de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT).
Otros puntos similares fueron identificados en el kilómetro 9 de la autopista Duarte, así como los decenas de zonas ocupadas por taxistas.
El vocero de la DIGESETT, Rafael Tejada, consideró que el problema no es nuevo.