Diario Libre (Republica Dominicana)
Mariano Rivera, el candidato especial para el próximo año
Lleva el carril de adentro para ir al Salón de la Fama Pettitte, Helton, Halladay, Mussina y Martínez en boleta
ESTADOS UNIDOS. El próximo año, Mariano Rivera se unirá a Rod Carew como el segundo panameño en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Luego de que Trevor Hoffman venciera este año la reticencia de muchos miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) a reconocer con sus votos a los lanzadores relevistas, el camino de Rivera a la inmortalidad quedó totalmente despejado, según publica un artículo de ESPN Deportes, que firma el periodista Jorge Morejón.
La pregunta no es si entrará o no, sino con qué porcentaje de votos e incluso si podría ser el primero que lo haga por unanimidad.
A sus 652 juegos salvados, líder de todos los tiempos en ese departamento, suma otros 70 rescates en postemporadas. Terminó su carrera además con récord de 8260 y efectividad de 2.21.
En playoffs fue incluso mejor, con balance de 8-1 y minúsculo promedio de limpias de 0.70.
Ganó cinco anillos de Series Mundiales con los Yankees de Nueva York, el único equipo para el cual jugó a lo largo de 19 campañas y en una de ellas (1999) resultó el Jugador Más Valioso.
Mariano aparecerá por primera vez en las boletas para encabezar la clase del 2019, en la que también debutarán el recientemente fallecido Roy Halladay, Andy Pettitte y Todd Helton, como los más sobresalientes.
Halladay ganó sólo 203 juegos, con 105 derrotas y efectividad de 3.38, pero fue dos veces ganador de premio Cy Young, uno en la Liga Americana (2003 con los Azulejos de Toronto) y otro en la Nacional (2010 con los Filis de Filadelfia), además de terminar segundo en las votaciones en otras dos ocasiones.
Edgar Martínez y Mike Mussina también están en la lista de 2019.
Pettitte ganó más juegos que Halladay (256) y es el líder de todos los tiempos en entradas lanzadas (276) y victorias (19) en postemporadas. En 18 años, 15 con los Yankees y tres con los Astros de Houston, tuvo balance general de 256-153 y efectividad de 3.85.
Nunca tuvo una campaña con récord negativo, pero tampoco ganó un premio Cy Young y sólo asistió a tres Juegos de Estrellas. Pero lo que más pesa en su contra es que admitió haber usado usar drogas para mejorar el rendimiento. Se disculpó y aparentemente fue perdonado, pues su nombre nunca fue satanizado como el de otros de la era de los esteroides.