Diario Libre (Republica Dominicana)
Cambio de relación
De la gran importancia dada por Taiwán a nuestro país y sus representantes, pasaremos a una relación en la que jugaremos un papel minúsculo
Los rumores de cambio se hicieron realidad y la República Dominicana rompió sus lazos diplomáticos con Taiwán para establecerlos con China. Durante décadas mantuvimos una fructuosa relación con Taiwán, cuyos gobiernos auspiciaron múltiples proyectos e inversiones en nuestro país. Visto emotivamente, el cambio parece ser una ingratitud, dados los apoyos y colaboraciones recibidas. Pero el Gobierno dominicano, desde un ángulo más desapasionado, consideró ilógico continuar sin tener relaciones formales con la segunda mayor economía del planeta. Pueden vislumbrarse frutos de la decisión en términos de inversiones, comercio, asistencia, financiamiento y apoyo en organismos internacionales. Y se pueden mencionar casos de países que como Panamá y Costa Rica también decidieron moverse al bando chino.
Por supuesto, de la gran importancia otorgada por Taiwán a nuestro país y sus representantes, pasaremos a una relación en la que jugaremos un papel minúsculo en comparación con otras naciones. Idos quedarán los tiempos en los que a nuestro embajador en Taipei le bastaba coger el teléfono y llamar para reunirse con las máximas autoridades. Evidentemente, no sucederá igual en Beijing.
Dada la relevancia de la economía en la decisión, una cuestión clave es si los esperados beneficios del cambio hubieran podido obtenerse de todos modos. Considerando la afición de China por los negocios, es posible que no se hubiese abstenido de invertir en una operación rentable, o de adquirir bienes que su aparato productivo o sus consumidores requiriesen.
Un caso peculiar es el de Nicaragua. A pesar de la ideología izquierdista de su gobierno, y de que aspiraba a construir su soñado canal interoceánico con fondos de Hong Kong, no ha retirado su reconocimiento diplomático a Taiwán. Y no lo han hecho tampoco en el continente americano Guatemala, Belice, El Salvador, Haití, Honduras, Paraguay y algunos de los estados de las Antillas Menores.