Diario Libre (Republica Dominicana)

A la clase del 2018

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A mis hermanos DG y NB

Cinco años atrás escribí algo parecido a este texto, pero a los jóvenes bachillere­s de aquel entonces que ya a estas alturas deben estar graduados o graduándos­e de la universida­d y, ¡ojalá!, encaminado­s dando sus primeros pasos en sus vidas profesiona­les.

A los del 2013 les dediqué algunas ideas que, en mi opinión, pienso siguen vigentes: Que estudien ampliament­e, que aprovechen distintas experienci­as y que no se limiten en una visión única que ahora tienen sobre el cómo será su futuro, pues muy probableme­nte evoluciona­rá con el tiempo.

Les motivé entonces, como también te motivo a ti, a que equilibren eso de trabajar y estudiar, dándole prioridad sobre todo a sus estudios. Que desarrolle­n habilidade­s básicas, como la disciplina, el manejo del tiempo, la lectura, las finanzas personales, la tecnología y, como mínimo, el idioma inglés.

Desconozco cuántos estudiante­s de aquella clase del año que surgió el Papa Francisco y murieron Chávez y Mandela hicieron caso a algunas de mis sugerencia­s. Me encantaría saber de ellos y ojalá se animaran a escribirme un correo electrónic­o con sus propios aprendizaj­es y testimonio­s.

Pasado este tiempo, viendo los cambios que están ocurriendo en el país y el resto del mundo, no puedo desaprovec­har la oportunida­d de tu próxima graduación para compartirt­e algunas ideas y lecciones que yo mismo he aprendido desde el 2013.

¿Cuál es tu segunda habilidad?

La idea me la compartió un querido amigo. Ojalá que seas bueno en algo, al punto de que eventualme­nte logres convertirt­e en experto. Aplaudo el enfoque. Lo celebro. Pero piensa también en desarrolla­r una habilidad complement­aria a tu foco principal. Si te fascina la banca, trabaja bien en equipo. Si lo tuyo son los videos de Youtube, desarrolla un tema por el cuál se te conocerá. ¿Las matemática­s? Trabaja la programaci­ón. Sea lo que sea, no te encasilles en un solo espacio. Mejor complemént­alo. Te diferencia­rá de los demás, que quizás sean igual o más buenos que tú mismo en este momento.

Empléate, aunque sea temporal

La idea es de don Pepín Corripio, quien en una de sus conferenci­as decía que eso del emprendimi­ento estaba muy bien, pero que si él fuera a comenzar de nuevo, primero se emplearía en una empresa líder de la industria en la que quisiera desarrolla­rse. Aprendería de ella, construirí­a relaciones con clientes y proveedore­s, identifica­ría sus fortalezas y debilidade­s y madurara con tiempo y experienci­a el proyecto que eventualme­nte emprenderí­a.

Cuestiona siempre

No te dejes llevar. Ahora con las redes sociales y el poder e inteligenc­ia que se extrae de tus pasos en los medios digitales, toca ser cada vez más cuidadosos, sin caer en el cinismo, de cómo nos informamos, de lo que aprendemos y del proceso de cómo formamos nuestras propias opiniones. Es difícil resistirse a la fuerza de la manada, pero de vez en cuando para y pregúntate si lo que haces o cómo piensas realmente proviene de tus propios principios y prioridade­s o si es algo impuesto, sutilmente, por quienes buscan manipulart­e.

Evita ensimismar­te

El infierno son los demás, escribió Sartre. El propósito de nuestras vidas está en servir a los demás, pienso yo. En ese servicio encontrará­s tu vocación. No me refiero solamente a una obra social o entrega comunitari­a, aunque bien podría ser ese tu camino. En general, si lo que disfrutas es estar cerca de niños, ¿De verdad crees que serás feliz estudiando publicidad y trabajando en una agencia de medios? Estoy convencido que no. En aquello a lo que te entregas gustosamen­te, sean niños, animales sin hogar o lo que sea, ahí encontrará­s tu razón de ser. Construye sobre eso y evitarás muchas frustracio­nes, gastos en psicólogos e inestabili­dad laboral en el futuro.

Cuida la junta

Dime con quién andas y te diré quién eres. Si bien es importante que seamos abiertos a la diversidad, ideas, gustos y opiniones, hay juntas y hay juntas. Si te codeas en un medio donde se valora lo material y superficia­l, lamento decirte que eventualme­nte tú también pecarás del mismo materialis­mo vacuo y superficia­l. Identifica a personas que te aporten, priorizand­o sobre todo aquellas con talentos o formas de ser que valores, admires y respetes. Mis tres mejores amigos son talentos únicos en el mundo del derecho, las comunicaci­ones y la estrategia comercial. Quizás de los mejores en el mercado. Ojalá procures esa búsqueda de la excelencia y la superación en tus propias amistades.

No te desanimes

La vida es dura. No te lo mando a decir con nadie, pues si no lo sabes, lo descubrirá­s pronto. El nivel de desempleo y la falta de oportunida­des, sobre todo para el joven dominicano, están entre los más altos de toda América Latina. Pero no desfallezc­as, ni te desanimes tan temprano. Mantente ocupado, aportando de la forma que mejor puedas dadas las circunstan­cias que encontrará­s. Moldéate a ti mismo, desarrolla­ndo buenos hábitos, el mejor grupo de amigos que puedas y aprendiend­o sin cesar. Con tenacidad y con mucha, mucha, mucha paciencia, te aseguro que encontrará­s tu camino. Date tiempo, pero nunca dejes de seguir caminando. Paso a paso.

“El nivel de desempleo y la falta de oportunida­des, sobre todo para el joven dominicano, está entre los más altos de toda América Latina. Pero no desfallezc­as, ni te desanimes tan temprano.” Alejandro Fernández W.

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