El consenso

El Gobierno, su oposición interna, su oposición externa, la iglesia católica, las iglesias evangélicas, el Conep, Anje... han llegado al acuerdo de que debe haber acuerdo.

Ese es el gran avance de una semana que termina en el mismo punto muerto en el que comenzó con la Ley de Partidos. Pero llegar al acuerdo de que hay que llegar a un acuerdo es como ir a confesarse y arrepentirse de no arrepentirse de los pecados cometidos.

En el tema que nos ocupa está claro que nadie se fía de nadie y que ni unos ni otros imaginan siquiera quedarse fuera del poder. Unos por unas causas y otros por otras, pero ninguno va a ceder una ventaja, la mínima, al contrario. No quieren el poder, lo necesitan.

Las cartas de los últimos días denotan impaciencia e inseguridad de los actores principales.

No se pueden posponer eternamente las decisiones sobre las reglas de juego de las elecciones de 2020. Los partidos se han enredado en los preliminares, lo que indica que serán unas elecciones muy broncas. ¿Están los partidos a tiempo de mostrar madurez y talante democrático?