Diario Libre (Republica Dominicana)
Cuando la victoria estuvo en las gradas
Mujeres marroquíes e iraníes pudieron entrar al estadio y aplaudir a su equipo
SAN PETERSBURGO. Más allá del histórico resultado, la verdadera victoria ayer en la caldera del estadio de aquí no fue deportiva, sino la que se consiguió en las gradas, repletas de mujeres iraníes felices de poder disfrutar de un partido en directo con sus amigos, novios, padres o hermanos en total libertad.
Algunas con el velo islámico, otras con los hombros al aire, la mayoría envueltas en banderas o con los colores de su país pintados en el rostro, en abierto desafío al restrictivo régimen de los ayatolá, que prohíbe la entrada de mujeres en los estadios.
“Estas imágenes son un gran triunfo para nosotras. Hombres y mujeres juntos en el graderío es ya algo usual en otros países. En el nuestro no es más que un sueño”, explica a Efe una joven iraní en los aledaños del San Petersburgo Arena.
Igual de emocionadas y contentas estaban sus colegas magrebíes, acostumbradas a que las gradas de los campos de fútbol sean un terreno hostil, dominado por el machismo, en el que todavía son vistas con recelo y disgusto.
“Nos gusta el fútbol, nos gusta estar con nuestros amigos, nos gusta ir al estadio ¿cuál es el problema? Quizá para los europeos esto no sea raro, pero para nosotras es una victoria. Poco a poco ganamos espacio”, explicó Ibtissam, una chica de Rabat.