Diario Libre (Republica Dominicana)
Lujo asiático
La idea de que a los chinos sólo les interesan petróleo y materias primas extranjeras está perdiendo vigencia
Una pregunta relevante para la economía dominicana es la de qué se les puede vender a los chinos. Nuestro matrimonio con ellos luego del repudio dado a Taiwán no fue un caso de amor a primera vista. Fue una decisión calculada, en la mejor tradición de las bodas por conveniencia. Aún estamos por ver cuáles regalos recibiremos, pero si algo valioso pudiéramos conseguir sería poder aumentar nuestras exportaciones de bienes y servicios. Una forma de hacerlo es fomentar la instalación aquí de empresas chinas que produzcan artículos para ser vendidos en los EE.UU. y otros lugares, pero no debemos perder de vista el inmenso potencial de compra de los chinos, que apenas empieza a hacer sentir sus consecuencias a nivel mundial.
La idea de que a los chinos sólo les interesan petróleo y materias primas extranjeras está perdiendo vigencia. La imagen de frugalidad de los tiempos del camarada Mao es ya parte del pasado, y los chinos han demostrado ser proclives al lujo. Les agrada mostrar su prosperidad y no escatiman gastos para llegar a poseer obras de arte, apartamentos, joyas, vinos, licores o vehículos de motor. Un ejemplo de estos últimos son los Mercedes Benz, símbolo de éxito y estatus social. De enero a julio de este año compraron 392,780 unidades, un 15.1% más que en el mismo lapso del 2017, y sólo en julio adquirieron 52,616 vehículos de esa marca.
Ya que no parece probable que les vendamos arroz, o que muchos de ellos recorran medio mundo para venir a nuestras playas, el mercado de artículos de lujo de alto valor agregado no debe ser descartado como una opción para nuestros exportadores. La creación y promoción de marcas dominicanas en el exterior, lastimosamente ausente fuera de unos pocos renglones, es un paso necesario para lograr ese objetivo.
Un hallazgo sorprendente es que a pesar del intenso uso de las compras por internet en China, las de artículos de lujo tienden a ser hechas en tiendas reales, no virtuales.