Diario Libre (Republica Dominicana)
Una vez la “tierra prometida”, la agencia libre pierde fuelle ante las extensiones
Los equipos se adelantan gracias a ingeniería financiera Hasta Scott Boras ha tenido que ceder ante las presiones
SANTO DOMINGO. Desde que en 1976 la Suprema Corte de Justicia estadounidense aprobó la agencia libre en las Grandes Ligas la resolución tuvo efectos en las finanzas de los peloteros como la llegada de la democracia a un país bajo dictadura.
Ser llamado desde las menores, cobrar el mínimo tres años y discutir salario otros tres basado en desempeño era el camino a recorrer para obtener la libertad y escuchar opciones para conseguir el gran dinero.
Pero la ingeniería financiera que introdujeron los Indios de Cleveland en la segunda mitad de la década los 90 bajo la gestión de John Hart con extensiones que compraban años de arbitraje a jugadores, como Manny Ramírez, se ha acelerado en el último lustro.
¿Para qué dejar que un pelotero con potencial de estrella llegue a la agencia donde me saldrá más caro si lo puedo conquistar temprano y asegurarlo por un buen tiempo?
Esta semana, cuando el arubense Xander Bogaerts firmó su extensión con los Medias Rojas que le garantiza US$120 millones por seis años a su lado estaba el superagente Scott Boras, que sonrreía a las cámaras para no quedar mal en la foto.
Boras es un enemigo de este sistema, siempre sugiere a los jugadores que prueben en la agencia libre, pero es una estrategia que ya funciona poco.
A la vez, los equipos disponen de más informaciones para otorgar altas sumas a veteranos cuyos mejores años ya han pasado y su espacio puede ser sustituido por otros más baratos.
“Los jugadores le dirán: ‘He cumplido mis seis años, ¿verdad? Tengo derecho en la agencia libre a obtener un contrato de varios años en el nivel X’. El hecho es que el club dice que no está pagando por lo que hiciste en los últimos seis años, ellos quieren ver qué están consiguiendo en adelante. No podrás cambiar eso”, afirmó el comisionado Rob Manfred en una entrevista con Michael Kay, narrador de los Yankees.
De acuerdo con Paul Hembekides, investigador de ESPN, desde que terminó la Serie Mundial 2018 que coronó a los Medias Rojas los 118 agentes libre que ficharon lo hicieron por US$1,860 millones, mientras que solo 29 que lograron extensiones aseguraron US$2,100 millones.
Estrellas como Bryce Harlibre per y Manny Machado tuvieron que esperar la cercanía de los campos de entrenamientos para rubricar contratos a su altura.
Pero los Rockies prefirieron una extensión para su estelar Nolan Arenado (US$260 millones/8 años) y los Angelinos no esperaron que Mike Trout probara el mercado en 2020 y acordaron la segunda ampliación contractual a los 27 años, una que estableció una marca que habrá que esperar un buen tiempo para encontrar quien la quiebre (US$430 millones/12 años).
“Analíticamente salir y firmar un agente libre de US$15 millones al año, que puede darles una o dos victorias más, simplemente no vale la pena la inversión por esas una o dos victorias. Ese jugador no va a hacer una diferencia. Es mejor tomar ese dinero y pagarlo al grupo que están llevando a medida que comienzan a madurar”, dijo el comisionado.