Diario Libre (Republica Dominicana)
A 15 años de la tragedia del río Blanco en Jimaní, persiste el temor de que se repita
Osmar Trinidad Novas, un sobreviviente que perdió a su madre, rememora el suceso
SANTO DOMINGO. Ya pasaron 15 años y para Osmar Trinidad Novas los recuerdos siguen vivos como aquel día. Era la madrugada del lunes 24 de mayo y el río Blanco, que nace en Haití con el nombre Soliette, se les abalanzó con furia arrastrándolo todo y sepultó a la comunidad conocida como La 40, en Jimaní, al sur de país.
Osmar era uno de los residentes de La 40. Tenía 19 años entonces. Acostado escuchó el estruendo de las corrientes engrandecidas de un río que llevaba más de 90 años sin pasar por esa zona habitada.
Lo primero que cayó en su casa fue la puerta de la cocina, así que se levantó e intentó contener la entrada del agua. No tuvo tiempo. La puerta y las paredes de la cocina y la sala de la vivienda fueron derribadas por la fuerza del agua que también arrastró a Osmar durante varios metros, hasta que pudo sostenerse en un árbol y salvarse.
Esa madrugada, unas 400 personas perdieron la vida en la zona fronteriza de Jimaní debido a la riada que también hizo estragos en Haití, donde las autoridades del vecino país llegaron a cuantificar unos 300 muertos.
La imágenes de cuerpos amontonados llenos de lodo o entre escombros copó la atención del país durante casi todo el año. La magnitud de la tragedia obligó a enterrar a parte de los fallecidos en fosas comunes, a veces sin identificar, por temor a un brote de enfermedades. La madre de Osmar, que vivía al frente de la casa que él compartía con su abuela, se contó entre los que nunca aparecieron. La mujer compartía vivienda con una de sus hijas, que pudo ser rescatada mientras era arrastrada a varios metros de la vivienda.
Para entonces, las autoridades calcularon que 903 viviendas fueron afectadas por la crecida.
Aunque Osmar ha logrado sobreponerse a la tragedia, todavía sueña con el barrio La 40, pero al despertar, le inunda la nostalgia y el temor a que se repita la historia, pues con el pasar de los años han vuelto a levantarse viviendas y edificaciones públicas y privadas en el lugar.
“Si cae otra vez agua como aquella madrugada, Jimaní está en riesgo de que se repita la historia de ese 24 de mayo de 2004” Osmar Trinidad Novas Residente La 40