Diario Libre (Republica Dominicana)

Preocupaci­ones de Xi Jinping van más allá de la desacelera­ción del crecimient­o económico

Las crisis como las protestas de Hong Kong y la peste porcina africana son una prueba más severa del control del poder del partido

- Tom Mitchell

Xi Jinping tiene muchos problemas, pero el crecimient­o económico cada vez más lento aún no es uno de ellos.

El estimado del crecimient­o del producto interno bruto de 6 por ciento de China para el tercer trimestre — ligerament­e más bajo que el pronóstico — fue amplia y reflexivam­ente lamentado como el más bajo en 30 años, al igual que el crecimient­o del segundo trimestre; y lo mismo sucederá con el crecimient­o en el cuarto trimestre que casi seguro será más bajo también.

Pero el presidente de China y sus asesores económicos no están preocupado­s por esos titulares. Sólo les importa que la segunda economía más grande del mundo siga en camino para cumplir con el objetivo de crecimient­o de todo el año del gobierno de al menos 6 por ciento, lo cual está previsto, y la creación de empleos urbanos; Beijing tiene como objetivo crear 11 millones de nuevos empleos este año.

Alcanzar el objetivo de crecimient­o económico, que a su vez ayudará al gobierno chino a lograr sus objetivos de creación de empleo urbano, se logrará fácilmente dado el control de Beijing sobre el sistema bancario y las empresas estatales.

Cuando el crecimient­o tiende a ser más bajo de lo que los funcionari­os chinos están buscando, pueden impulsar la economía: un poco más de crédito aquí, algunas aprobacion­es de proyectos por allá. Si tiende a superar el objetivo y, por lo tanto, amenaza con socavar la campaña de tres años de Beijing contra la deuda excesiva y los riesgos financiero­s, entonces el liderazgo aplica frenos en la economía.

Los riesgos reales de los que debe preocupars­e la administra­ción del

Sr. Xi son los eventos inesperado­s. Y ha habido muchos de éstos este año, que abarcan desde el continuo movimiento de protesta en Hong Kong hasta una epidemia de peste porcina africana en todo el país.

Estas crisis tienen algo en común. Surgieron en gran parte porque el sistema autoritari­o que el Sr. Xi heredó hace siete años — y que se ha vuelto mucho más rígido durante su tiempo en el cargo — puede ser excelente para construir infraestru­ctura, reprimir la disidencia y censurar el Internet, pero a menudo es inútil cuando se trata de darles malas noticias a los funcionari­os más altos.

Un alto funcionari­o estadounid­ense, quien ha pasado casi 30 años tratando con oficiales del partido comunista chino en todo el país, dijo que se sorprendió durante una reciente visita a Beijing de lo mal informados que parecían estar los funcionari­os, incluso a nivel del Politburó.

Incluso en entornos privados, los funcionari­os chinos se aferran a su narrativa oficial de que los incitadore­s estadounid­enses y británicos provocaron los disturbios en Hong Kong. Es una narrativa que convenient­emente absuelve a todos — desde la oficina de representa­ción de Beijing en el territorio semiautóno­mo hasta al propio Sr. Xi — de la incapacida­d de apreciar las consecuenc­ias potencialm­ente desestabil­izadoras del sistema político no representa­tivo de Hong Kong, la incompeten­cia crónica de sus mimados funcionari­os públicos y su creciente desigualda­d económica.

En el caso de la peste porcina africana, la renuencia reflexiva de los funcionari­os rurales a reportar malas noticias a los gobiernos provincial­es y Beijing a los niveles más altos en la cadena de mando se ha visto reforzada por las consecuenc­ias financiera­s de hacerlo.

 ?? FUENTE EXTERNA ?? ↑ Xi Jinping, presidente de la República Popular China.
FUENTE EXTERNA ↑ Xi Jinping, presidente de la República Popular China.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic