Diario Libre (Republica Dominicana)
Mantengamos la ecuanimidad
El escorpión y la rana es una fábula de origen desconocido, aunque generalmente atribuida a Esopo. En ella un escorpión le pide a una rana que le ayude a cruzar el río prometiendo no hacerle ningún daño. La rana accede subiéndole a sus espaldas pero cuando están a mitad del trayecto el escorpión pica a la rana. Ésta le pregunta incrédula “¿cómo has podido hacer algo así?, ahora moriremos los dos”, ante lo que el escorpión responde: “No he tenido elección, es mi naturaleza”.
A veces tendemos a molestarnos cuando nos comparan con algún animal, y es precisamente la similitud que hay entre el comportamiento humano y el animal lo que hace interesantes las fábulas, porque estas se ven evidenciadas claramente en casi todos los escenarios sociales, familiares, religiosos y hasta políticos.
El querer sin ningún miramiento ni ética someter al contrario, es una práctica que solo la entendería si estamos literalmente en un ring de lucha libre, no así en ninguna otra circunstancia.
Con el escenario político que tenemos hoy en nuestro país, Esopo se hubiera dado vida escribiendo fábulas. Aunque sabemos que este tipo de litis, son normales en política, no debemos olvidar que vivimos en un país pequeño y que la tierra sigue dando vueltas, con todo el que te chocaste una vez, es posible que vuelvas a chocar, y esta vez no sea igual que las otras. Mantengamos la ecuanimidad.
Clara González