Reclamo de derechos

Tres décadas de dictadura crearon esquemas psicológicos en los que a la autoridad se teme

En ocasión de las protestas en las que gran cantidad de chilenos expresaron su inconformidad por las injusticias a las que afirmaban estaban sometidos, muchos dominicanos reaccionaron sorprendidos. Dado el evidente mayor nivel de vida que hay en Chile, surgió la pregunta de por qué aquí, donde nos desenvolvemos en peores condiciones, no tenían lugar protestas de similar magnitud.

Una respuesta frecuente a esa interrogante fue que los dominicanos somos reacios a reclamar nuestros derechos. Pero suponiendo que eso sea cierto, esa respuesta conduce en realidad a otra pregunta, pues sería necesario indagar cuál es la causa de que sea así. Sobre ese punto cabrían al menos tres posibilidades teóricas.

Una de ellas es particularmente insultante, pues radica en que nuestro nivel educativo es tan bajo que ni siquiera sabemos cuáles derechos tenemos, ni nos damos cuenta de que están siendo vulnerados.

Otra busca el motivo en nuestros orígenes. Habiendo estado sometidos desde tiempos coloniales a la servidumbre o la esclavitud, de algún modo nos hemos acostumbrado a ello, encontrando normal ese estado de cosas y pasando esa conformidad de una a otra generación.

Y la tercera tiene que ver con el pasado despótico que hemos padecido. Tres décadas de dictadura crearon esquemas psicológicos en los que a la autoridad se teme, sea ésta representada por funcionarios públicos o por los jefes que tenemos en nuestros trabajos, debido a las represalias que con trepidación anticipamos que dicha autoridad puede tomar contra nosotros.

Existe sin embargo una cuarta posibilidad, más elaborada y en apariencia fantasiosa, que podría ser material para una película. Pudiera ser que fuera un mecanismo deliberado, ideado por los políticos a fin de que donde debería ver derechos, la población vea privilegios. Y que en lugar de reclamar, considere que debe agradecer a los gobiernos por su sustento y por los servicios que recibe, aunque ambos sean insuficientes.