Ingenios magnificados

Empresas calificaron sus productos como imprescindibles para la población, como los autos y camiones que se manejan solos

La situación de emergencia provocada por la pandemia sirvió para estimular el ingenio de las personas a nivel mundial. Algunas de las iniciativas puestas en marcha no fueron especialmente atinadas, como sucedió con los numerosos remedios caseros improvisados para supuestamente prevenir o curar la enfermedad. Otras fueron más adecuadas, como la confección artesanal de mascarillas usando materiales diversos, cuya efectividad, sin embargo, pudo ser dudosa. Pero en lo que se manifestó una mayor creatividad fue en las razones expuestas para ser eximidos de los toques de queda, prohibiciones de salir y suspensiones de operaciones.

A ese respecto, personas físicas, organizaciones y empresas mostraron sus habilidades. Individuos alegaron tener motivos excepcionales para salir de sus casas y circular por las calles, sea para comprar alimentos y medicinas, o para atender a enfermos y ancianos dependientes. Congregaciones religiosas declararon que sus ceremonias y actividades eran necesarias para poder derrotar el virus. Y empresas calificaron sus productos como imprescindibles para la población.

Un ejemplo de esto último lo dieron las compañías fabricantes de vehículos de conducción autónoma. Estos autos y camiones que se manejan solos, sin requerir que alguien lo haga, no caían en las categorías consideradas como prioritarias según las estipulaciones establecidas para poder continuar operando. El cierre, no obstante, les tomó en medio de las pruebas que estaban llevando a cabo para cumplir con las especificaciones de seguridad, y buscaron la forma de seguir haciéndolas. La solución fue presentar esos vehículos como medios de entrega de mercancías esenciales a hogares, laboratorios, industrias, fincas y comercios, con menor peligro de contagio para los involucrados. Aunque llevaban una o dos personas a bordo para manejar la carga y asumir la conducción en situaciones excepcionales, el contacto con el vehículo y con otros operarios era menor.