Diario Libre (Republica Dominicana)
Mejor, en primera
Hoy termina una campaña atípica. No ha habido “muertos de campaña” pero sí muchas reputaciones por el suelo. El PLD tenía guardado un supuesto narco para enrostrar al PRM (pero que mantenía en nómina en la Policía). Por su parte, allegados al PRM, desempolvaron en la recta final unos informes contra Punta Catalina. Mucho ruido y pocas nueces.
Difícilmente alguien cambie su voto por unas acusaciones que deberán seguir un proceso judicial de años y que van dirigidas a descalificar al contrario más que a limpiar de crápulas la sociedad. Y todos preparados para acusar de fraude a quien haga falta.
De Odebrecht se ha hablado poco y a última hora, siendo el escándalo más grande en monto y en consecuencias a nivel continental de los últimos años. El caso descansa somnoliento en las gavetas adecuadas. Confinado y no por pandemia. De la cuestión fronteriza, que llena de reproches las jornadas informativas durante buena parte del año... tampoco nada. Del ajuste fiscal o la reforma laboral... ni los sindicalistas han sacado el tema.
La cuestión es cómo afectará el tema del miedo al COVID-19 a la participación. Si como vaticinan las encuestas, este domingo se produce el vuelco, un gobierno del PRM deberá enfrentar una crisis tremenda. Económica (mundial y local), sanitaria, educativa y social. Mucho para un gobierno que se estrena. Si desafiando los sondeos, el PLD se queda, lo hará muy tocado. La corrupción que se obstinó en no combatir le ha marcado indeleblemente.
En el peor de los casos, nos vamos a segunda vuelta. Y a esas negociaciones sí hay que tenerles miedo... ●