Diario Libre (Republica Dominicana)

El retorno a las aulas

- El autor es pediatra. Puede hacer sus preguntas por email a marcosdiaz­guillen@gmail.com

Marcos Díaz Guillén

Hay una relación directa entre el tiempo que se deja de asistir a la escuela y el retorno a las aulas. Es decir, a mayor tiempo sin asistir a las aulas, mayores son las probabilid­ades de que el estudiante no regrese a las mismas. Y, para cualquier país, esto es peor que la peor de las pandemias. Porque las pandemias son limitadas en el tiempo, mientras que la ignorancia permanece para siempre.

Por este medio y otros, hemos repetido, que ya es tiempo de que nuestros niños y jóvenes de una manera ordenada, regresen a la escuela y que se tomen las medidas de rigor para que esa apertura se produzca. Porque las calles, los restaurant­es, los supermerca­dos, los bancos en este país están abiertos y el llamado confinamie­nto, que no es tal, solo se les aplica a las escuelas, colegios y universida­des.

Es preferible que el niño vaya a la escuela o al colegio donde estará, aunque sea mínimament­e vigilado, a que se quede al cuidado de una vecina o de su hermanita mayor. Que pueda ser sujeto del programa de la tanda extendida donde recibirá desayuno, almuerzo y merienda, mientras sus padres se la buscan para proporcion­arle la cena.

Los índices de desnutrici­ón que habían bajado en nuestros países, se están elevando debido a un “confinamie­nto” de niños hijos de padres desemplead­os. La obesidad en el otro lado del espectro social es una epidemia en aquellos que han permanecid­o comiendo hasta más no poder sin ejercitars­e y estudiando hasta menos poder. La miopía será la próxima epidemia por el uso de las pantallas que antes de esta pandemia ya era un problema de salud pública. Y no es que rechacemos la tecnología, esta será necesaria siempre que su uso no exceda lo justo, y que no afecte negativame­nte la salud de nuestros niños y la de sus padres.

Debemos aprender a manejarnos dentro de esta pandemia de la misma manera que el mundo lo hizo con la pandemia de gripe del año 1918 en la que falleciero­n más de 60 millones de personas. La humanidad siguió haciendo una vida productiva, los niños continuaro­n jugando, asistiendo a sus estudios y visitando a sus abuelos. A pesar de que la gripe siga matando más de 500 mil personas cada año aún después de la aparición de las vacunas. 

 ?? SHUTTERSTO­CK ??
SHUTTERSTO­CK

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic