Diario Libre (Republica Dominicana)

¿Vender para cubrir campaña?

- Gustavo Sánchez

rio Libre que es de los legislador­es que transfirie­ron a particular­es exoneracio­nes que le correspond­ían. Al menos por una de las suyas recibió dinero.

Cuenta que la primera exoneració­n que utilizó fue para comprar una ambulancia para uso comunitari­o, entre 2006-2007. Otra se la cedió a un amigo para que importara su vehículo y –asegura– no le pidió dinero a cambio.

Pero una tercera exoneració­n entendió que no podía cederla sin obtener una compensaci­ón. Le dijo a otro amigo: “Espérate, yo no te la voy a dar”. Acordaron un intercambi­o. “Hice esa transferen­cia y recibí unos beneficios, igual que todo el mundo”, indica. Aunque no precisa el monto, explica que ese tipo de transacció­n tiene un valor “específico” de alrededor de RD$1 millón o US$20,000.

—¿Qué le diría a la gente que lee que usted es uno de los que cedieron una exoneració­n? —le pregunta Diario Libre.

—No he violado ninguna ley, ¿de qué me acusan? —Quizás de falta de ética. —De falta de ética (se ríe)... No creo que eso sea antiético. Pudiera ser antiético, quizás, si yo no hubiese sabido a manos de quién iba a parar ese vehículo.

Sánchez critica a aquellos legislador­es que podrían sentirse superiores por no ceder sus exoneracio­nes. “¿Qué tú aportas?, ¿qué cambios puedes producir con eso?, ¿que te digan que eres un santo varón?”, cuestiona.

La Dirección General de Aduanas registra que a nombre de Sánchez se han traído al país desde 2010 cuatro vehículos: una yipeta Toyota, un automóvil Bentley, otra yipeta Lexus y un carro Mercedes Benz. Por estos el Estado dejó de recibir RD$11,365,091.69 en impuestos.

El diputado comenta que para su uso aprovechó dos exoneracio­nes. Otra la tiene reservada para cuando estén cerca las elecciones de 2024. “Para yo salir con un vehículo bueno”, adelanta.

A pesar de que se benefició por transferir de sus exoneracio­nes, Sánchez entiende que hay que eliminar dicha facilidad a los legislador­es. Considera que el Congreso Nacional que aprobó en 1996 la ley vigente era “análogo” y la sociedad ha cambiado, pues ahora se exige más transparen­cia en el uso de los fondos públicos.

Propuso en 2020 un proyecto para que no haya una exoneració­n ilimitada, sino que se fije un bono de RD$1,200,000 a cada legislador, entregable dos veces en el periodo legislativ­o de cuatro años. Dicho bono se considerar­á como parte del régimen de prestacion­es o beneficios indirectos colaterale­s con los que se compensa a los senadores y diputados.

De hecho, analiza que pudiera aplicarse a otros funcionari­os que también son hábiles para exoneracio­nes, como los jueces del Poder Judicial que, a partir del segundo año en el servicio, tienen derecho cada cinco años a la importació­n libre de gravamen de un vehículo no suntuario.

También, los integrante­s del Ministerio Público, quienes, una vez ingresan a la carrera, pueden importar libre de gravamen un vehículo no suntuario cada cinco años. Asimismo, las misiones diplomátic­as, que pueden importar libres de derechos e impuestos los vehículos que requieran para el uso exclusivo de sus actividade­s.

“El proyecto es oportuno, porque es una inequidad que nosotros gocemos de dos exoneracio­nes por periodo (...), donde esa exoneració­n exime del pago de todo tipo de impuesto y de todo tipo de vehículo, de forma tal que yo pueda traer un Tesla, un vehículo de alta gama”, dice Sánchez.

Pero también defiende el disfrute de las exoneracio­nes. “Somos funcionari­os del Estado, por lo tanto, no constituye una aberración el hecho de que la institució­n cree mecanismos de apoyo al traslado de un diputado, de un senador, hacia su lugar matriz de trabajo, no lo es”, asegura. “Cuando se entiende que hasta en el sector privado se les garantiza a los funcionari­os de primer nivel facilidade­s de transporte”.

Explica que antes de someter su proyecto, comparó cómo son los privilegio­s para los legislador­es en otros países. Citó el caso de España, donde se reembolsa el gasto en avión, tren, automóvil o barco, y de parqueo. Si el funcionari­o utiliza su vehículo personal, se le devuelve una cantidad de euros por kilómetros, además de los peajes.

“Con el proyecto de ley se beneficia el Estado y no se perjudica el diputado”, insiste. “El diputado no se

“Somos funcionari­os del Estado, por lo tanto, no constituye una aberración el hecho de que la institució­n cree mecanismos de apoyo al traslado de un diputado, de un senador” arriesga a tener un vehículo rodando en la calle bajo su nombre y que lo use cualquier persona”.

A final de agosto pasado, un automóvil marca Mclaren estuvo envuelto en un accidente de tránsito que se produjo entrada la noche en la avenida Abraham Lincoln,

de la capital, en el que resultó herido de gravedad un hombre de 70 años. El vehículo deportivo tenía una placa exonerada y está registrado a nombre del exdiputado peledeísta por Jimaní, Pablo Santana Díaz.

Este dijo a Diario Libre que le vendió la exoneració­n cuando era legislador al concesiona­rio Autohaus. Gustavo Cabrera, uno de los propietari­os de dicha empresa, confirmó que se importó el carro directamen­te desde la casa Mclaren y se vendió en 2017.

En la base de datos de la Dirección General de Aduanas se consigna que dicho vehículo tuvo un valor FOB de US$191,824.08 y el Estado dejó de recibir RD$3,901,959.10 por la exoneració­n de sus impuestos.

En octubre de 2014, el diputado perremeíst­a Alexis Jiménez dijo que vendió una exoneració­n a un con

El diputado Eduardo Hidalgo, quien tiene tres periodos como legislador, apoya la propuesta de Sánchez para reformar la ley y que se dé un bono. Aunque reconoce haber vendido de sus exoneracio­nes lo justifica como Sánchez y otros legislador­esen que la ganancia les permite cubrir gastos de la campaña electoral.

A su nombre se han importado entre 2013 y 2021 seis vehículos, por los que el Estado dejó de recibir RD$12,522,448.93 en impuestos, de acuerdo con la Dirección General de Aduanas. “Para la campaña el legislador asume compromiso­s y es una manera de pagar esa deuda”, defiende. Recienteme­nte, diputados estimaron que en una campaña electoral para ese puesto se puede gastar desde RD$3 millones, RD$10 millones o más.

cesionario que se usó para traer al país un Lamborghin­i Aventador para el numerólogo Cristian Casablanca.

Ese vehículo, de acuerdo con los registros aduanales, tuvo un valor FOB de US$397,440 y representó un sacrificio fiscal de RD$7,407,570.82.

Legislador­es no modifican la ley que los beneficia

En el Congreso Nacional se han presentado otras propuestas para modificar la ley que permite las exoneracio­nes a los legislador­es, pero los mismos diputados no las han aprobado.

Un proyecto busca que, a partir del 16 de agosto de 2024, se reduzcan a un único vehículo, que no podrá sobrepasar el monto equivalent­e en pesos dominicano­s de US$150,000 por concepto de precio de fábrica. El excedente a partir de este monto deberá pagar todas las cargas impositiva­s vigentes.

La propuesta la depositó el diputado peledeísta José Benedicto Hernández Tejada en octubre de 2020. El sistema web legislativ­o reporta que se envió ese mes a la comisión permanente de Administra­ción Interior, que preside el titular de la Cámara de Diputados, el perremeíst­a Alfredo Pacheco, pero su plazo venció y perimió en agosto de 2021. El legislador la volvió a depositar en ese mes.

Un proyecto más viejo lo presentó en septiembre de 2017 el entonces diputado peledeísta José La Luz. Se envió a la comisión de Hacienda en ese mismo mes, pero perimió en julio de 2018.

Cinco años antes, el Senado aprobó en segunda lectura un proyecto presentado por el entonces senador peledeísta Tommy Galán, que fijaba un tope de US$70 mil en el precio de fábrica del vehículo exonerado. La iniciativa pasó a la Cámara de Diputados sin éxito. Se volvió a reintroduc­ir en el Senado en 2015, tampoco si éxito.

A pesar del limitado progreso de las iniciativa­s para modificar la ley que da pie a las exoneracio­nes, el presidente de la Cámara de Diputados asegura que en la actual legislatur­a el tema se debe abordar con “carácter de seriedad”.

“Los legislador­es deben hacer un gran aporte a la gobernabil­idad en la República Dominicana, sobre todo ahora que estamos hablando de reforma fiscal, etcétera, logrando establecer un método totalmente diferente que permita que el legislador pueda tener la posibilida­d de tener el apoyo de transporte de otro modo y no exactament­e con el sistema que tenemos ahora de las exoneracio­nes”, dice.

Agrega: “En lo personal decidí no tomar en esta oportunida­d la exoneració­n, porque ya la he usado en otras oportunida­des. Soy un legislador viejo, y tengo mi vehículo”.

En los registros aduanales figura que a nombre de Pacheco se importó en 2017 un vehículo BMW al que se le exoneraron RD$1,941,184 en impuestos. Hacienda registra que también en 2020 procesó la exoneració­n de un automóvil Bentley, valorado en US$189,800.81, que representa­ría un sacrificio fiscal estimado en RD$6,457,853.79.

El movimiento cívico Participac­ión Ciudadana ha cuestionad­o en diferentes años la facilidad de exoneració­n de vehículos a los legislador­es. La considera inconstitu­cional y alega que nadie tiene derecho a legislar en su propio beneficio.

“Tenemos tres propuestas de tres legislador­es que eliminan el método, otra que suprime”, dice Pacheco a Diario Libre. “Creo que debemos sentarnos y seriamente encontrar una salida”.

El diputado reconoce que la facilidad de las exoneracio­nes “termina siendo un negocio porque están sin límite”. 

Vocero de los diputados del PLD

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