Exoneraciones

Las exoneraciones para la importación de vehículos son un buen negocio para los legisladores con un pésimo resultado para el Estado y para los ciudadanos a los que dicen representar.

¿Tendrá fuerza el gobierno del cambio para dar marcha atrás a este privilegio tan mal empleado por los electos diputados y senadores? Legislan a su favor y torciendo el espíritu de la ley distraen cantidades importantes de recursos. Ahora que se discute la reforma fiscal y se analizan los espacios para recaudar más impuestos, ésta es una buena vía. Recibirá el apoyo del pueblo y se logrará una mejor transparencia sobre el uso de los recursos públicos.

No se ha podido eliminar el barrilito porque supuestamente se emplea en labores sociales en las comunidades que los eligieron. Pero es difícil demostrar que un Lamborghini o un Bentley rinden algún servicio comunitario.

La crisis, a pesar de los esperanzadores indicadores económicos, no se ha rebasado. Siguen muy activas las amenazas internacionales sobre alzas de precios y no se ha resuelto la crisis del transporte marítimo mundial. Todas las vías de recaudación son necesarias.