La pieza de 2010 no fue de consenso

Habrá que ver la mesa que sirva el Gobierno

El presidente tiene que haber encontrado el país igual que como lo dejó, con los mismos temas y con la oposición sin saber si el Diálogo es una oportunidad o un riesgo.

Todo dependerá de la mesa que sirva el Gobierno, pues los mozos serán los mismos, pero no los cocineros, y se teme que no sea comida de la casa, sino de catering.

Los expertos han estado trabajando, y tal vez se deba a los especialistas que la Constitución no solo se retoque, sino que se le aplique un maquillaje más profundo.

Nadie lo recuerda ni parece interesar, pero la pieza del 2010 no fue obra de consenso, sino del acuerdo de dos tendencias que en ese momento eran hegemónicas.

Según las discrepancias de entonces muchos asuntos fueron incluidos, sin razón de ser, y otros dejados fuera, sin motivo real.

La ocasión sería apropiada para completar, o empatar, o simplemente perfeccionar la Carta Magna. Por ejemplo, los blindajes de que los se habló y provocaron discordias entre interesados.

A menos que el Gobierno adelante sus propósitos o sugerencias o recomendaciones, hasta el 6 de octubre, cuando tendrá lugar el próximo encuentro, Villalona seguirá confundido. 