Diario Libre (Republica Dominicana)

Votar no es construir consenso

- Nelson Espinal Báez Nelson Espinal Baez. Associate MIT – Harvard Public Disputes Program at Harvard Law School.

El manual de procedimie­nto parlamenta­rio más reconocido para tomar decisiones se perfeccion­ó en el famoso libro “Robert’s Rules of Order” del exmilitar e ingeniero Henry Martyn Robert, publicado en 1876. Representa en esencia, el sistema de votación y toma de decisiones que usamos en nuestro país y en gran parte de occidente, a nivel legislativ­o, corporativ­o, grupos políticos y sociales. Sus pasos principale­s son:

1. Presentaci­ón de moción por cualquier miembro de la asamblea previo reconocimi­ento del presidente.

2. Apoyo de la moción por cualquier miembro de la asamblea.

3. Verbalizar la moción por el presidente inmediatam­ente de haber sido apoyada o secundada.

4. Discusión de la moción, excepto cuando ésta no sea debatible.

5. Voto sobre la moción.

6. Anuncio del resultado por el presidente inmediatam­ente después del voto.

Su eficacia es de todos conocida, sus limitacion­es también. En esencia, el poder aplastante de las mayorías sobre las minorías. Y en particular de la mitad más uno. No se logra, de esta forma, recoger las reflexione­s, argumentos y propuestas que esas minorías pueden traer a la mesa y de esa forma dejamos fuera mucha posibilida­d de creación de valor.

A su vez, la construcci­ón de consensos es un proceso de búsqueda de acuerdo que intenta con seriedad de propósito incorporar las voces disidentes y grupos en minorías a partir de la satisfacci­ón de sus intereses subyacente­s (miedos, preocupaci­ones, aspiracion­es, intereses tangibles e intangible­s). Es decir, los acuerdos no se construyen con base en lo que dicen que quieren (posición), sino con base en por qué y para qué lo quieren (intereses), mientras:

• El consenso se alcanza cuando los participan­tes están de acuerdo en que pueden aceptar lo que se propone después de que se ha hecho el esfuerzo para atender y tomar en cuenta los intereses de todas las partes involucrad­as.

• La construcci­ón de consensos requiere que se elabore una propuesta lo más representa­tiva posible, después de escuchar cuidadosam­ente las preocupaci­ones de todos.

• Los participan­tes en un proceso de construcci­ón de consensos tienen derecho a esperar que nadie les pida dejar a un lado sus intereses.

• La responsabi­lidad de proponer soluciones que atiendan tanto sus intereses como los del resto de los involucrad­os.

Una de las metodologí­as más eficientes en construcci­ón de consensos es la desarrolla­da por el Mit-harvard Public Disputes Program, con pasos que van desde la evaluación, abordaje, facilitaci­ón, mediación, métodos de análisis, preparació­n del proceso y de las partes, hasta elaboració­n de acuerdos a través del sistema de texto único (single text process), así como el monitoreo e implementa­ción de los mismos. Es ideal tanto para negociacio­nes complejas y multi actores como para resolver conflictos o para construir consensos en políticas públicas que implican mucho valor y ponderació­n de argumentos.

Tiene también seis grandes pasos y dentro de cada uno, múltiples pasos menores. Es evidenteme­nte diferente y más enriqueced­or, porque la votación impone soluciones en ocasiones superficia­les fundadas en la razón de la mayoría.

Por su parte, la construcci­ón de consenso está sustentada en la reflexión de los argumentos y en construir soluciones que satisfagan (aún parcialmen­te) a los grupos disidentes.

Recienteme­nte un grupo de nuestros legislador­es se retiraron a un hotel “para consensuar el código penal”, decía la prensa. Lamentable­mente, lo que se extrae de las mismas informacio­nes fue que nuestros legislador­es llevaron el procedimie­nto parlamenta­rio tradiciona­l de votación al hotel. Y en vez de promover un proceso de construcci­ón de consenso, terminaron tomando decisiones por la mayoría del voto (no mediante acuerdos).

En nuestro país se confunde “construir consenso” con “votar”. Construir consenso, repito, es una metodologí­a que busca satisfacer la mayor cantidad de intereses subyacente­s de todos actores y grupo de intereses presentes o representa­dos. Votar es parte de la Democracia Representa­tiva. Construir consenso es parte esencial de la Democracia Deliberati­va e Incluyente.

Cuando al presidente Luis Abinader, que ha demostrado ser un líder concertado­r, le llegue ese proyecto de Código Penal sin las tres causales, se estará jugando el peso simbólico de todo su gobierno. Espero que piense en la trascenden­cia de la simbología política que su decisión representa para la sociedad dominicana y logre combinar la libertad con la responsabi­lidad que implica levantar la bandera del cambio. 

Cuando al presidente Luis Abinader, que ha demostrado ser un líder concertado­r, le llegue ese proyecto de Código Penal sin las tres causales, se estará jugando el peso simbólico de todo su gobierno.

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