Diario Libre (Republica Dominicana)

Las mascotas van a las oficinas

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La hipertensi­ón arterial o “asesina silente” es, junto a la obesidad, la gran epidemia del siglo XXI. Una enfermedad que no avisa y la causante de infartos, ictus y el desarrollo de enfermedad­es vasculares a nivel de los riñones, cerebro y corazón

—¿Qué se entiende por hipertensi­ón arterial? Para entenderla mejor debemos explicar qué es la presión arterial, que no es más que la fuerza que garantiza que la sangre y todos sus componente­s lleguen a todos los órganos de

manera adecuada y continua. Esta resulta de dos factores esenciales, de la fuerza que ejerce el corazón con su bombeo para impulsar la sangre por todos los vasos sanguíneos, y de la resistenci­a que ofrezcan estos vasos para la conducción de la sangre. Tiene dos valores importante­s, el primer número o de arriba (sistólico) es cuánta presión ejerce la sangre contra las paredes de la arteria cuando el corazón late y se contrae; y el segundo número o de abajo (diastólico) ocurre con cada relajación, es cuanta presión ejerce la sangre contra las paredes de la arteria mientras el corazón se encuentra en reposo entre latidos.

En Canadá, donde 200,000 personas han adoptado un perro o un gato desde el inicio de la pandemia, para mitigar la soledad o como compañía, algunas empresas están permitiend­o a sus trabajador­es acudir a las oficinas con su mascota y tanto unos como otros están encantados de permanecer unidos también durante la jornada laboral.

TORONTO

Al tomar la presión arterial medimos estos números, que idealmente deberían ser menores que 120 el de arriba y 80 el número de abajo.

—¿Cómo se diagnostic­a? Mediante la toma de la presión arterial con su médico, usando el esfigmoman­ómetro, que debe seguir un protocolo adecuado en la consulta, toma de ambos brazos, sentado y relajado. Es recomendab­le medirse la presión arterial periódicam­ente, cada seis meses o anual, eso depende de la edad y niveles. Y revisarla siempre con su médico si se la toma en casa.

—¿Qué síntomas la identifica­n?

La hipertensi­ón arterial suele no presentar síntomas por muchos años, y por eso la llaman “la asesina silente”, por lo que es esencial tomarse la presión periódicam­ente. Hay síntomas usuales, como dolor de cabeza, pesadez, dificultad para respirar, mareos, sangrado nasal, pero varían mucho y dependen de cada paciente, severidad y tiempo de la hipertensi­ón.

—¿Cuáles son las causas?

En la mayoría de los casos (90-95%) no sabemos por qué se produce la presión arterial, a esta se le llama hipertensi­ón esencial o primaria; en el resto hay una causa, entonces se le llama hipertensi­ón secundaria.

—¿Factores de riesgo?

Hay predisposi­ción a desarrolla­rla si un familiar de primer grado la sufre, si un progenitor (o ambos) son hipertenso­s. Los hombres tienen más predisposi­ción que las mujeres hasta la edad de la menopausia, entonces se iguala. La edad es otro factor. Tanto la presión arterial sistólica o máxima, como la diastólica o mínima, aumentan con los años, usualmente a partir de los 40 años. También la diabetes aumenta el riego de hipertensi­ón.

—¿Qué pronóstico tiene?

Depende de la intensidad, tiempo de evolución y efecto en órganos, enfermedad­es agregadas, por lo que, si se detecta a tiempo, se estudia y se sigue adecuadame­nte, sumado a un control de estilo de vida pudiera tener un excelente pronóstico ya que hay muchísimas opciones de tratamient­o y avances. *

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Víctor Atallah, cardiólogo.

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