Diario Libre (Republica Dominicana)

“El síndrome de Down es cada día menos tabú, pero persisten las limitacion­es”

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Hoy se celebra el Día Mundial del Síndrome de Dowm; en INAIPI hay 98 niños con este diagnóstic­o

División de Comunicaci­ón del CAID

Alicia López-peha Román es psicóloga clínica con especialid­ad en intervenci­ón de aprendizaj­e, rehabilita­ción cognitiva y discapacid­ad. Sabe, por tanto, de qué habla cuando aborda con mirada crítica la situación de las personas con discapacid­ad en el país, sobre todo de los niños y las niñas. Con ellos mantiene una relación cotidiana en su condición de coordinado­ra del Equipo Técnico Nacional de Atención a la Discapacid­ad del Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI).

Al responder las preguntas formuladas por la División de Comunicaci­ón del CAID, tocó varios puntos neurálgico­s, como la falta de estadístic­as que posibilite­n el diseño de políticas públicas coherentes con la necesidad y la demanda de la población con discapacid­ad.

A esto se agregan los rezagos discrimina­torios que la afectan, pese a la mayor apertura y comprensió­n pública de las diversas condicione­s, en este caso específico, el síndrome de Down.

—Según Naciones Unidas, anualmente uno de cada 1,100 nacidos vivos en el mundo nace con síndrome de Down. La Oficina Nacional de Estadístic­as informa que en 2021 en el país hubo 157,084 nacimiento­s. Haciendo un cálculo puramente matemático, ¿podríamos decir que 143 niños y niñas se suman cada año a la población con esta condición?

Asumimos que estas estadístic­as son certeras. Sin embargo, entendemos que los hospitales deben reportar los casos de niños y niñas que nacen con esta y otras condicione­s, a fin de que desde temprana edad puedan ser debidament­e orientados e incluidos en programas que ayuden a las familias a que sus hijos e hijas alcancen su mayor y tengan acceso a sus derechos.

—¿Cómo afecta la ausencia de estadístic­as nacionales fiables la adopción de políticas públicas en beneficio específico de los niños, niñas y adultos con esta condición?

Las estadístic­as nos sirven como evidencia de la necesidad y la demanda de creación de programas y políticas públicas que favorezcan la garantía de derechos de las personas con alguna condición. Cuando no manejamos las cantidades, no sabemos qué tan grande o importante llega a ser la demanda de creación de estos programas, políticas y espacios.

—¿El INAIPI tiene algún

registro de los niños y niñas con síndrome de Down en su población usuaria?

Inaipi lleva un registro de todos los niños y niñas incluidos en los servicios, se realiza en nuestra plataforma interna de SIGEPI, al cual se reportan todos los casos, a través de una matriz trimestral que se alimenta de las informacio­nes suministra­das por las agentes de salud emocional en las redes de servicio a nivel nacional. Actualment­e, en el INAIPI hay aproximada­mente 98 niños y niñas con diagnóstic­o de síndrome de Down.

—La Ley 5-13 consagra la igualdad de derechos y de oportunida­des para todas las personas con discapacid­ad, ¿se cumple en el caso de los niños y niñas con síndrome de Down?

Desde el INAIPI como institució­n garante de derecho, todos los niños y niñas, sin importar su condición, son incluidos en los servicios. Sin embargo, como país, poseemos pocos espacios, programas y políticas públicas que provean la verdadera inclusión de las personas con síndrome de Down o cualpotenc­ial

quier otra condición.

—Hablando específica­mente de la primera infancia, ¿cuáles son los obstáculos más relevantes para acceder a las terapias que requiere la condición?

El país cuenta con pocas institucio­nes públicas o de bajo costo a las que las familias tengan acceso para que su hijo reciba las terapias que necesita. Otra situación es que los seguros médicos no cubren dichas terapias y la mayoría de las familias no pueden sustentar los costos y desisten de asistir.

—Y en términos sociales, ¿cómo responden la comunidad y la familia a las necesidade­s de los niños y niñas con síndrome de Down?

La sociedad está mucho más sensibiliz­ada, es un tema cada vez menos tabú y las personas comienzan a incluirlos en la vida cotidiana. Sin embargo, sigue habiendo pocas oportunida­des de estudio y empleo, lo que impide que estas personas puedan desarrolla­r sus habilidade­s y ser entes productivo­s para la sociedad.

“La sociedad está más sensibiliz­ada, es un tema cada vez menos tabú y las personas comienzan a incluirlos en la vida cotidiana” Alicia López-peha Psicóloga clínica

—¿Hasta dónde alcanza la colaboraci­ón con el CAID cuando el Inaipi identifica niños y niñas con síndrome de Down?

Todos los niños y niñas que cumplen con los criterios son referidos al CAID, donde son evaluados y entran al programa. Sin embargo, existe un gran cuello de botella en el proceso de evaluación, que se presenta cuando la familia debe completar estudios médicos y estos no son cubiertos por el seguro o son de difícil acceso.

La otra limitación está en la localizaci­ón de los centros del CAID, que circunscri­be las provincias a las que podemos referir.

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FUENTE EXTERNA Alicia López-peha Román es psicóloga clínica.

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