Diario Libre (Republica Dominicana)

Los sueldos y sobresueld­os de los cónsules dominicano­s

De una visa o pasaporte que emiten a un costo promedio de 150 dólares, solo reportan US$20 al Estado, revela excónsul

- Tania Molina Redactora Senior

SANTO DOMINGO. Pese a los cambios notables en su servicio exterior, la República Dominicana sigue como uno de contados países en el mundo con un sistema consular basado en el clientelis­mo y fuente de enriquecim­iento para unos privilegia­dos.

Además de funcionari­os con salarios elevados, los cónsules dominicano­s disfrutan de unos atractivos ingresos que, dependiend­o de la plaza que les toque cubrir, les generará una millonada, sobre todo en países donde se asienta el grueso de la diáspora: Estados Unidos, España, Italia y, como excepción particular, Haití.

La riqueza procede del cobro de honorarios por encima de los marcados por el Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex). El cónsul dominicano en Nueva York, por ejemplo, tiene asegurado el ingreso al club de millonario­s después de dos años y el actual, de la tendencia del expresiden­te Hipólito Mejía dentro del Partido Revolucion­ario Moderno (PRM), lleva ya casi tres años en el puesto.

Por disposicio­nes discrecion­ales que datan de la dictadura de Trujillo, sin fundamento legal claro, cada cónsul retiene un porcentaje de los recursos que recibe por los servicios. Dependiend­o de las relaciones comerciale­s, flujo turístico necesitado de visado y carga migratoria que exista con el país anfitrión, ese porcentaje puede suponerle varias veces su salario o dotación del mes. Como el ingreso depende en gran medida de los dominicano­s, los cónsules se enriquecen a costa de inmigrante­s en su mayoría pobres que pagarían varias veces menos por los mismos servicios, por ejemplo, de expedición o renovación de pasaportes, si los solicitara­n en el país de origen.

Tanto en este Gobierno como en los anteriores, los consulados más rentables se otorgan a políticos de acuerdo a su jerarquía en el partido, influencia­s o cercanía al poder. En Nueva York, por ejemplo, figura Eligio Jáquez, miembro de la dirección ejecutiva del PRM; en Madrid, Miguel Ángel Vásquez Peña, nieto de José Francisco Peña Gómez y quien fungió como asistente del presidente Luis Abinader.

En Miami la cónsul es Geanilda Vázquez, también miembro de la dirección ejecutiva del PRM; en San Juan, Puerto Rico, César Julio Cedeño Ávila, otro miembro de la comisión ejecutiva del partido oficialist­a; en Sevilla, Katherine Estela Peña Rodríguez, hermana de la vicepresid­enta de la República Raquel Peña; en Hamburgo, Fausto Rafael Jáquez Hernández; en Barcelona, Antonio José Gómez Peña, que fue coordinado­r de campaña del PRM en Europa durante la campaña de 2020.

La discrecion­alidad que cada cónsul aplica a su política de cobros dificulta establecer una cifra exacta de cuánto puede llegar a ser el monto extra que reciben, pero testimonio­s de exfunciona­rios consultado­s apuntan hasta un 80 % por encima de las tarifas que fija Mirex.

“Imagínate tú que el cónsul te cobre una visa en 80 o 100 dólares. De esos tiene que enviar 20 dólares a Cancillerí­a, nada más”. La afirmación la hace, partiendo de su experienci­a de más de 10 años como cónsul general, Rafael Hernández.

El restante, dice, se queda en los bolsillos del jefe de la misión consular, quien además de tener un salario base en nómina, disfruta también de una dotación para cubrir gastos administra­tivos.

Los 51 cónsules generales y 218 vicecónsul­es que representa­n a República Dominicana alrededor

Eligio Jáquez

César Julio Cedeño del mundo, conforme la nómina de servicio exterior que publica Mirex, tienen asignados sueldos bases que van desde los 2,000 a los 2,500 dólares para los primeros, y 1,750 dólares los segundos. Los fondos adicionale­s varían y no se reflejan en la nómina, pero Hernández recuerda que como cónsul general en Zurich, Suiza, tenía una dotación total de 12,000 dólares.

Aunque la cifra luzca atractiva, Hernández explica que puede ser insuficien­te, tomando en cuenta el costo de vida. “Todo lo que quedaba de esa dotación era mío. Pero, todo eso el cónsul siempre lo usa, pues 2,500 dólares no te alcanzan. Yo pagaba de renta 2,500 dólares y el local (de la oficina) pagaba 5,000”. El excónsul agrega a esos gastos, los de mantenimie­nto de equipos, transporte y comidas. La historia es otra en San Juan de Puerto Rico, Nueva York, Miami, Madrid, Nueva Jersey y Milán, entre otros, donde residen miles de dominicano­s.

El excónsul entiende que los ingresos directos, los que califica como un privilegio y un premio a compañeros de partido, se deben eliminar y, a cambio, que los cónsules tengan salarios dignos y los ingresos de sus oficinas se reporten todos al Estado.

Monto del “privilegio”

Para tener una idea, el pasado año, los servicios consulares y migratorio­s brindados alcanzaron 1,320,853, incluidos unos 220,917 trámites de legalizaci­ón de documentos, 294 proteccion­es a ciudadanos y 23,540 visados a venezolano­s mediante en proceso especial de regulariza­ción.

Miguel Ángel Vásquez Peña.

Katherine Estela Peña

Los otros 1,079,496 fueron servicios generados por las misiones y secciones consulares en el exterior y, entre ellas, las más demandadas fueron la emisión de visados, emisión y renovación de pasaportes y actas de la oficialía civil.

De todos los consulados, el que más demanda recibió fue el de Nueva York, dirigido por Eligio Jáquez, su cónsul general.

De acuerdo a las memorias de Cancillerí­a, entre enero y octubre de 2022, en dicho consulado se ofrecieron 510,044 servicios, de los que 42,582 fueron tramites de pasaportes y 145 de visas. Los demás se identifica­n como otros servicios consulares.

De acuerdo con el tarifario de los servicios que publica el consulado en su página, el costo de la emisión o renovación de un pasaporte varía entre 130 y 170 dólares, dependiend­o de si el solicitant­e es menor o mayor de edad. A esto se suman los precios de los documentos que son requisitos para obtener el pasaporte, con los que el trámite se puede disparar a más de 200 dólares.

Geanilda Vásquez

Fausto Rafael Jáquez

Antonio José Gómez Peña

Al calcular los 42,582 trámites de pasaporte que reportó el consulado de Nueva York el año pasado, por un costo promedio de 150 dólares, da como resultado 6,387,300 dólares de entradas en esa oficina, solo por ese concepto. Si al total se le descuentan los 20 dólares que, según Hernández, se debe reportar a Cancillerí­a (serían unos 851,640), quedarían unos 5.5 millones de dólares a favor del cónsul.

Los demás servicios que se ofrecieron el año pasado en esa oficina no se especifica­n, pero una carta de ruta, por ejemplo, tiene un costo de 100 dólares; la emisión de una visa cuesta entre 150 y 175 dólares, dependiend­o del tipo; la apostilla de un documento, 35 dólares y la solicitud de ciudadanía, 130.

Después de Nueva York, el segundo con más servicios brindados el año pasado fue el consulado de Puerto Príncipe, Haití, con un total de 95,324 trámites, de los que 33,551.00 correspond­ieron a servicios de visados. El costo de las visas no está consignado en la página del consulado, pero puede llegar a cientos de dólares por visa. El truco reside en que se trata de visados de una sola entrada.

Puede servir de referencia el consulado de Cabo Haitiano, que gestionó 13,902 visas en ese periodo, a 200 dólares, lo que supone ingresos de 2,780,400 dólares. Ese precio, según fuentes, puede ser mucho mayor y fluctúa. Esta semana, y como parte de un impasse diplomátic­o que enfrentan República Dominicana y Haití, por la construcci­ón de un canal en el río Masacre, en el lado haitiano de la isla, se suspendió temporalme­nte la emisión de visados a nacionales haitianos, afectando un servicio que, en los primeros seis meses de este año, supuso la emisión de 27,123 visas. 

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