La piratería y la historia dominicana (VI)
Dice al foro Ex-a-Tec el amigo JRBA: “Luego los protohombres del preneolítico inventaron la magia y finalmente los ilustrados crearon la religiosidad: politeísta primero y monoteísta después. Con el monoteísmo vinieron las guerras cruentas y la intransigencia cultural”. En “Siete tesis contra el hispanismo”, Eduardo Subirats en la Revista de Humanidades #017 del Instituto Tecnológico de Monterrey, habla con mayor concreción. “Hispanos, hispanistas, hispánicos, nombres equívocos.
Hubo un tiempo en que la palabra Hispania agrupaba a la pluralidad de culturas y lenguas sujetas a la influencia lingüística y civilizatoria de la Roma imperial. Pero, desde el siglo XVI, esa amplia Hispania ha sido particularizada en lo español, a lo largo de una historia oscura de cruzadas y limpiezas étnicas, dirigidas contra las comunidades y culturas islámicas y judías de la Península Ibérica en primer lugar, y a lo largo también de la subsiguiente expansión colonial de una monarquía hispánica erigida precisamente sobre aquella herida histórica. Por lo demás, la cristalización de lo hispánico en lo español, espina dorsal del discurso de la Hispanidad, se ha acompañado de una serie violenta de expulsiones y exclusiones lingüísticas y políticas, religiosas, intelectuales y étnicas, con efectos todavía vigentes hasta el día de hoy”. Cristóbal Colón parte de Palos de la Frontera al día siguiente de cumplirse la expulsión definitiva de los judíos, cuando la vigencia del Tratado de Alcáçovas otorgaría a España las tierras descubiertas en el Atlántico, hacia el norte del paralelo de las Canarias. Sin embargo, a conciencia de las limitaciones geográficas de su exploración, Colón parte de Canarias con carabelas vestidas de Cruzada en dirección sur, virando hacia el oeste poco antes de llegar al archipiélago de Cabo Verde, como lo demostró Luis Miguel Coín Cuenca en 1990, cuando efectuó su travesía al Caribe pasando por Cabo Verde en una réplica de la Niña, la cual hizo en el mismo tiempo que Colón. Porque las tierras del Caribe están por debajo del paralelo identificado en Alcáçovas, Portugal reclamó la propiedad de las islas descubiertas por Colón, quien posiblemente procuró con su retorno a Portugal y no a España, quedarse como empresario subcontratado.
La polémica causada por el ilegítimo viaje de Colón fue resuelta unilateralmente por el papa catalán Rodrigo Borja, mediante la bula Inter Caetera de 1493 que otorgaba a España la propiedad de todas las tierras descubiertas por Colón y el monopolio comercial con tales territorios, que no fue aceptado por Portugal. España y Portugal resolvieron el problema con el Tratado de Tordesillas, que limitaba la jurisdicción española a cien leguas al oeste de las Azores. (Continuará).