Los abejones
Puede que el cortometraje usted lo vea bien del todo, pero siente que al final se queda esperando más. Claro, porque tendría que ver primero varios cortometrajes del Minuto Resistencia para que este caiga en su justo contexto, tal cual se muestra en el montaje que se hizo con otros cortometrajes que abarcaban tópicos destacados de la resistencia dominicana a la invasión y posterior ocupación estadounidense a la República Dominicana entre 1916 y 1924. Pero, ¿qué lo hace tan bueno? Pues lo primero es que es una secuencia perfectamente hilvanada en contenido, actuación, encuadres, musicalización, entre otros complementos. Lo segundo, es que se queda en el imaginario por un largo tiempo. En un largometraje, es el tipo de secuencia o escena que más se recuerda, y es por lo que se habla de un filme y se quiere ver por mucho tiempo, sabiendo usted qué es lo que sucede, sabiendo de memoria cada frase o corte musical, un gesto, una mirada.
El guión es una propuesta inteligente, pero la dirección muestra un excelente manejo de la emoción. Y el manejo de la emoción, la cualificación de cada emoción de cada personaje, es todo un logro en este filme de gran trascendencia estética en la cinematografía dominicana desde ya. Y lo es porque hoy por hoy está en crecimiento el arte de contar historias en escasos segundos, máximo un minuto.
Se conoce hoy como storytelling, que es el arte de emocionar procurando vincular al espectador y hacerle cómplice de una determinada idea o actitud o respuesta. Lo fuertemente expositivo en este filme es el de transformar debilidad en fuerza, desesperanza en esperanza ante la violencia imperial. Tiene una inflexión en la ironía que lo acerca a algunos clichés de la sátira bélica, pero mantiene una línea fuerte y definida hacia su objetivo: mostrar la sapiencia del individuo sojuzgado que está aprendiendo a luchar con inteligencia y dignidad para quitarse de encima el yugo tiránico. Búsquelo en YouTube. GUIÓN:
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PAÍS: ETZEL BÁEZ
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