Hay que decirlo

La difusión es base primordial del ejercicio de un adecuado plan de comunicación, de acuerdo con los teóricos, lo que llanamente sería –en muy buen dominicano- algo así como lo que encierra aquella expresión popular de que “la gallina tiene que poner el huevo pero también cacarearlo, porque si no lo hace es como si no lo pusiera”. Esto, a propósito de algunos funcionarios públicos de cuya competencia y calidad profesional se habla muy bien pero la colectividad ignora o sabe solo a medias o a cuartas lo que están haciendo en el ejercicio de las responsabilidades puestas sobre sus hombros. Por ejemplo, el ministro de Agricultura tiene las mejores calificaciones y credenciales, y hasta me dicen que bajo su todavía corta gestión, ese ministerio estaría haciendo muchísimas cosas en beneficio de la agricultura y la pecuaria …pero no lo difunde, y la gente podría estarse formando una imagen irreal, inadecuada, de su gestión, bajo la premisa de que no está trabajando, de que no está haciendo nada. A veces, en el entorno de muchos funcionarios de ese nivel, hay “capillas” que obstaculizan y frenan el trabajo de divulgación de actividades e iniciativas positivas cuando no viendo fantasmas en todo señalamiento crítico constructivo, cuando no por querellas, chismecitos o celos internos, cuando no porque en ese mismo entorno casi siempre hay aspirantes al relevo. ¡Ojo con eso...!