Director afirma que el Morgan sigue en servicio
medicamento”, explica Jacqueline Nerys, gerente de producción de Laboratorio Químico Dominicano (Laboquidom).
“Un medicamento es genérico cuando no usas marcas. Si tienes un principio activo como la amoxicilina y le pones el nombre X ya eso hace que sea un producto ético (de marca)”, explican desde el laboratorio clínico INFACA. La calidad, de acuerdo con este último laboratorio, sigue siendo la misma.
Además de la recubierta y el empaque, la combinación de principios activos también le puede agregar valor al medicamento comercializado. Por ejemplo, si un paciente necesita varios componentes para paliar su mal, en el mercado puede existir una medicina con estas sustancias. Sin embargo, si usa genérico y quiere el mismo efecto tendría que beber varias pastillas.
Al finalizar la patente, que dura entre 10 y 20 años, los laboratorios farmacéuticos pueden fabricar un medicamento genérico y de marca, con este mismo principio activo. “Ese laboratorio le pone precio con su nombre comercial. Ahora, crea también una línea de genéricos que probablemente está destinada al mercado institucional y pondrá un precio diferencial, más bajito”, manifiesta Miguel Ureña, subdirector de Programa de Medicamentos Esenciales/ Central de Apoyo Logístico (Promese Cal), la institución del estado responsable en distribuir los medicamentos en las boticas populares y hospitales.
“Así está protegiendo su marca comercial usando un precio distintivo y también está vendiendo un genérico a Promese a una diferencia muy sustancial. La diferencia de precio está en que un producto está dirigido al mercado privado y otro al mercado institucional”, apunta Ureña.
Desde Laboquidom, Nerys indica que los medicamentos genéricos que ellos fabrican “deben tener la misma calidad” que los demás, pero son destinados a un sector distinto. “Los medicamentos con su nombre van dirigidos a un mercado que puede pagar más por un comercial. En otro mercado hará una producción mucho más grande, más amplia y con mayor demanda, entonces va a bajar los costos por la alta cantidad que está fabricando y podrá vender más económico, pero los dos medicamentos deben llevar la misma calidad”, recalca.
Para la directora de Promese Cal, Elena Fernández, los medicamentos genéricos deben cumplir con tres ejes fundamentales: la misma concentración que el medicamento de marca, los mismos principios activos y actuar de la misma manera. ¿Es así?
El Estado como garante
La efectividad de los medicamentos genéricos históricamente ha estado rodeada de controversias, de cuestionamientos sobre su calidad, seguridad y garantía en cuanto a la bioequivalencia y biodisponibilidad de los medicamentos.
Estos dos últimos conceptos se refieren a la cualidad de que un mismo principio activo sea equivalente e intercambiable a su original y la biodisponibilidad está implicada con la velocidad de absorción de este principio activo.
Para muchos médicos, decidir recetar un medicamento de un laboratorio x es un asunto de confianza. “Uno prefiere trabajar con un medicamento de calidad comprobada”, indica un especialista de la medicina, quien cuestiona los procedimientos para determinar si efectivamente un medicamento genérico es bioequivalente y biodisponible.
“Otras veces se da el caso de que algún doctor hace un compromiso moral con algún laboratorio que proporcionan facilidad para asistir a conferencias”. Como respuesta a la idea de que esa práctica sería antiética, este médico explica que “es una política generalizada y, frecuentemente, se trata de laboratorios reconocidos con calidad óptima en investigación… Con los genéricos todavía no se ha comprobado su calidad, aunque hay muchos buenos”.
Certificar la calidad de los medicamen-
Seguridad Los medicamentos genéricos y de marca deben tener la misma
calidad tos es una responsabilidad del Estado. Antes de hablar de los genéricos el doctor Gustavo Rojas Lara, director de la Comisión Presidencial de Política Farmacéutica Nacional, hace una advertencia: “El Estado debe garantizar que cuando una persona busque un medicamento en cualquiera de las disposiciones o establecimientos, públicos o privados, tengan la seguridad de que son eficaces, eficientes y seguros”.
“No hay políticas de controles de precios desde el Estado y esto ha permitido que la venta de fármacos sea visto como un negocio de suministro de cualquier otro producto, cuando no debe ser visto así”, apunta el médico.
Rojas entiende que el Gobierno debe también fortalecer el combate del mercado ilícito y en esto entra, además de la falsificación de productos, la venta de muestras médicas, de medicinas vencidas, reetiquetadas y adulteradas.
Un llamado que coincide con el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Pedro Sing. Según él, las autoridades deben velar porque los medicamentos genéricos contengan el rigor requerido y cuidar de “que no haya callejones como fábricas”. “El problema de los genéricos es que suelen falsificarlo”, denuncia.
Promese Cal, garantía reconocida
Los productos de Promese Cal que son despachados en las boticas o usados en los hospitales ya han pasado por una serie de pruebas que garantizan la eficiencia de estos medicamentos y su calidad, desde el proceso de licitación hasta después de su adjudicación, como seguimiento. Se realizan una serie de pruebas analíticas, para determinar la calidad del producto. “Por ese histórico de que lo que Promese dispensaba no tenía calidad, desarrollamos un protocolo de vigilancia. Ahora la industria ha entendido que a reglas claras, normas claras”, apunta Fernández. Esto implica que, si no cumplen con un estándar de calidad exigido, el Estado no comprará.
El mismo Humberto Salazar y el presidente del CMD han reconocido la calidad de los productos que distribuye el Gobierno a través de Promese Cal.
El director del hospital Luis SALUD. Eduardo Aybar dijo que de ninguna manera el centro de salud permitirá que los servicios médicos básicos se vean afectados. Al hacer la afirmación, el doctor Manuel Méndez expresó que el centro no tomará ninguna acción que vaya en detrimento de los miles de pacientes que confían su salud al personal que labora en este centro.
Observó que las actividades cotidianas de este hospital no se encuentran paralizadas, como fue publicado.
Señaló que a pesar de las precariedades que se han planteado, durante el último trimestre de este año, el hospital registró un total de 74,900 consultas, de las cuales 3,075 pacientes fueron ingresados para ser atendidos en las distintas especialidades que ofrece este centro de salud.
En declaraciones escritas remitidas a elCaribe, Méndez observó que de los ingresados, 1,706 fueron por Obstetricia; 385 por Pediatría; 190 por Cirugía General; 140 por Neurología; 85 en Cardiología; 55 en Cuidados Intensivos; 75 por Ginecología; 25 por Nefrología; 42 en Gastroenterología; 25 por Endocrinología; 41 por Hematología y 210 por Perinatología.
Igualmente, en ese mismo período fueron atendidos 1,282 partos, y de éstos 753 fueron normales y 529 por cesárea.
Dijo que del total de consultas entre julio y septiembre, 40,890 fueron pacientes atendidos por el área de emergencias. Solo durante el mes de septiembre, hubo un total de 13,465 consultas, y de ellas 10,760 fueron por emergencias.
Indicó que durante dicho trimestre, el hospital mantuvo activo los servicios internos y externos que ofrece a los cientos de pacientes que cada día acuden a este centro.
El director del hospital aybar precisó que entre esos servicios destacan 5 mil 125 radiologías; mil 160 electrocardiogramas; 24 mil 740 pruebas de laboratorio y mil 720 hemodiálisis. De igual forma, 249 cirugías mayores y 31 cirugías menores.