Las rejas del Parque
Señor director: Últimamente se ha estado planteando si se debe quitar o no el enverjado que rodea el Parque Independencia, y al respecto hay opiniones encontradas.
Así por ejemplo, el arquitecto Cristian Martínez explicó que entre las razones que motivaron su cierre está la arrabalización y el burdel al aire libre en que se había convertido.
Mientras el regidor Kalil Michel es partidario de que el Parque Independencia sea integrado al conjunto urbano, es decir que sea abierto a la sociedad.
En ese mismo sentido se ha expresado el ex presidente de la Sala Capitular del Distrito Nacional, Luis Jose Chávez quien consideró como absurdo y aberrante el hecho de que el Altar de la Patria esté totalmente verjado.
Ante todo, el Parque Independencia es una plaza pública donde cualquier ciudadano -extranjero o nacional- tiene derecho a recrearse o conocer el mausoleo donde descansan los restos de los Pa- dres de la Patria sin que nada se lo impida, pero sucede que ese lugar al estar enverjado su espacio está limitado en el sentido de que para penetrar a su interior es por una puerta de las tres que tiene la verja, las demás están condenadas (la que está frente a Telemicro y la que da a la calle Nouel), restringiendo así el paso peatonal.
El Parque Independencia no es un museo, no es una oficina pública, para que lo cierren a la 6:00 p.m. debe permanecer abierto 24/7, para eso en su parte subterránea hay un cuartel con militares disponibles para su vigilancia no solo para la parte frontal y el mausoleo, sino para todo su derredor.
El Parque Independencia no es un corral, tampoco un confinamiento y sin embargo su enverjado envía la percepción de que se trata de eso o algo parecido, además de que impide la visibilidad. Por esa razón, esa plaza pública debe volver a sus orígenes. Para escribir a esta sección diríjase a: lectores@elcaribe.com.do. Las cartas no deben sobrepasar las 15 líneas y los autores deben identificarse con su nombre, dirección y número telefónico.