La Chascona de Pablo Neruda Es una de las tres viviendas que dejó el poeta chileno. Hoy, es un museo y sede de la Fundación Pablo Neruda
Monumento
Llegar a Santiago de Chile y visitar la casa del que, según Gabriel García Márquez, fue el poeta chileno más grande del siglo XX en cualquier idioma, es una experiencia sin desperdicio.
Solo observar su forma particular, denota que no es cualquier vivienda. Sin dudas, Pablo Neruda no sólo era exquisito al escribir, sino que también su estilo ecléctico traspasaba el papel, para conjugarse con su vida.
Muestra de esto es la casa que cons- Fue declarada Monumento Nacional en 1990, y en el 2013 se inauguró el espacio cultural Estravagario, colindante con los jardines”. truyó para su amante, y luego tercera esposa, doña Matilde Urrutia, y en la que vivió hasta el último aliento de su vida.
Ubicada en el barrio Bellavista, a los pies del Cerro San Cristóbal, el Premio Nobel de Literatura la bautizó como “La Chascona” en alusión a la cabellera de quien fuera su amor secreto hasta el 1955.
En Chile, “chascona” se utiliza como sinónimo de la palabra “despeinada”.
La construcción fue realizada por el arquitecto Germán Rodríguez Arias, quien proyectó una vivienda orientada al Sol, pero por indicaciones del poeta se construyó con vista a la cordillera. Debido a estos y otros detalles, al concluir el proyecto el arquitecto expresó que la vivienda era una creación, más del artista que de él.
Su obsesión por el mar lo llevó a realizar una casa con forma de barco, colmada de objetos únicos: jarras y vasos de diferentes colores, ventanas, faroles, monedas de diferentes países; caracolas y pinturas de artistas reconocidos en la plástica mundial.
Además, se destaca un bar construido con madera de un barco francés, el sillón donde escribió sus grandes obras; fotografías, premios y reconocimientos; también, una inigualable biblioteca es otro de los elementos que forman parte de esta monumental arquitectura que hoy se ha convertido en museo.
En el lugar abundan flores de vistosos colores, y se puede observar el estudio de su amada, donde se encuentra un piano y otros elementos de la señora.
La estructura de la casa de Pablo Neruda, en Santiago de Chile, sufrió serios daños luego del golpe de Estado de 1973 contra el presidente Salvador Allende.
Durante los días que siguieron a los trágicos sucesos del Palacio de la Moneda, seguidores de Augusto Pinochet atacaron el edificio.
A pesar de ello, Matilde veló los restos del poeta en la casa que compartieron, y fue ella quien se encargó luego de restaurarla.
La Chascona resurgió, y desde entonces funciona como casa-museo, destinada a difundir la vida y obra de uno de los poetas más importantes de Chile, posibilitando el acceso a los ambientes íntimos donde Neruda engendró arte y fue feliz.