Educación reprueba en actualización de bibliotecas
A pesar de la promoción SANTIAGO. del Ministerio de Educación, para destacar logros, la mayoría de las escuelas tienen como asignatura pendiente, actualizar sus bibliotecas.
Esta situación es notoria en Santiago, aunque muchas escuelas disponen de espacios para ayudar al rendimiento escolar de los alumnos, no hay bibliotecas adaptadas a las exigencias modernas.
En las escuelas visitadas por elCaribe, se observó que los espacios de las bibliotecas, solo cuentan con escasos anaqueles, para algunas enciclopedias, textos básicos del Ministerio de Educación y algunos cuentos infantiles.
En el liceo Onésimo Jiménez, uno de los centros educativos emblemáticos de esta ciudad, inauguraron la biblioteca, el 28 de marzo del 2017, pero solo tienen mucho espacio, los materiales son tan escasos como en otras escuelas, aunque la encargada Mary Martínez, afirma que se trabaja para ayudar a los estudiantes.
En las escuelas Genaro Pérez y Ercilia Pepín, más que una biblioteca, hay un espacio que los profesores llaman salones didácticos, donde los alumnos pueden encontrar textos básicos, mapas y otros materiales, pero no hay obras literarias, tampoco hay una computadora disponible.
Debilidades del sistema En el caso de la escuela Ercilia Pepín, su directora afirma que desde el Ministerio llegaron unas computadoras, pero que no las han instalado.
En la escuela, Santiago Guzmán Espaillat, tienen un cuarto que no se diferencia de las demás escuelas, con la excepción de que la encargada de la biblioteca, Daysi Díaz, mostró algunos títulos de Juan Bosch, se repiten los textos básicos del Ministerio, algunas enciclope- dias y otros materiales.
Uno de los espacios más grandes para su biblioteca, lo tiene el liceo Ulises Francisco Espaillat (UFE), pero igual de pobre en cuanto a los materiales educativos y la desactualización. A estos aspectos se suma el desinterés de los estudiantes por consultar un libro, antes que una computadora o teléfono celular.
Aunque reconoce que en los anaqueles del UFE, hay algunos ejemplares clásicos muy importantes, como “Clases Sociales en República Dominicana”, de Juan Bosch, el profesor Miguel Jorge, secretario de organización de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), describe aquello como un montón de libros apiñados, en su mayoría desactualizados, es decir, que ya no son útiles para el estudiante de hoy. “La mayoría de escuelas carecen de espacios adecuados para los alumnos consultar obras literarias”, aseguró Jorge