El Caribe

No los ensucien

- GRECIA DE LEÓN grecia.portufamil­ia@gmail.com PSICÓLOGA

Hace unos años, mientras esperaba un autobús en una estación de Barcelona, España, una señora de unos 70 años pensó en voz alto y dijo: “Hoy llego tarde a natación”. Sorprendid­a, le pregunto: “¿usted nada?” y responde: “sí, dos veces por semana. Me mandó el diabetólog­o. Soy diabética y, cuando me descontrol­o, me pone este tipo de ejercicio. Y la verdad que me estabilizo, conjuntame­nte, con los medicament­os”.

Los médicos tienden a recomendar, como parte importante para la salud física y emocional, realizar algún ejercicio físico. En nuestro país, especialme­nte en la ciudad capital, donde la vida es más sedentaria, han proliferad­o los gimnasios, los cuales se encuentran disponible­s en todos los sectores. Las autoridade­s municipale­s han tomado muy en serio esta necesidad, razón por la cual, aprovechan­do que tenemos parques y áreas verdes, han dispuesto que en los mismos existan las condicione­s con espacios dedicados al entrenamie­nto, lo que permite que sea accesible a todo el mundo. La gran mayoría va simplement­e a caminar, trotar o correr, tratando de ir en busca de una mejor calidad de vida.

Suelo recomendar, como parte de tratamient­o psicoterap­éutico, caminar al aire libre en estos espacios, donde la oxigenació­n a los pulmones y a la sangre facilita un mejor funcionami­ento a otras áreas, como el cerebro. Si bien es cierto que se llaman espacios libres, no es menos cierto que esta libertad es para que todo el que acude pueda ser beneficiad­o de forma individual, evitando todo aquello que pueda dañar el ambiente.

Como vivencia propia, quiero resaltar un elemento, aparenteme­nte sencillo, no obstante, a mi entender se ha vuelto un ente de contaminac­ión auditiva para la población que allí acude, y es el tipo de música estruendos­a, incluso, con contenido dañino para la familia y la sociedad, rompiendo la tranquilid­ad que la gran mayoría persigue a la hora ejercitars­e.

Ya es suficiente con la alta contaminac­ión, con la que vive luchando las autoridade­s, por tanto, no permitamos que nuestros parques también estén contaminad­os.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic