El petróleo y la paz
COMO LA MEMORIA NATIVA suele ser escasa, probablemente ya se ha dejado de registrar que suavemente hemos salido de una espiral alcista de los precios de los combustibles.
elCaribe publicó el pasado martes que durante los últimos dos meses las gasolinas acumularon rebajas de precio de RD$13.30 la tipo premium, RD$ 14.40 la regular y RD$11.20 el gas licuado de petróleo (GLP).
El dato del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes, fue simplemente un reflejo del comportamiento de los precios internacionales del petróleo del 8 de septiembre al 10 de noviembre en curso.
Ese hecho, unido a una información divulgada por el Banco Central, de que la inflación durante el período enero-octubre alcanzó el 1.75%, un cambio ascendente con relación a meses anteriores, se originó por los aumentos que en semanas recientes acusaban los derivados del petróleo.
Ayer, una información fechada en París indica que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) está “satisfecha” de que el mercado petrolero se haya “relajado” todavía más en las últimas semanas, “gracias al fuerte aumento de las extracciones de los principales productores que han conjurado los riesgos que se planteaban por Irán y Venezuela”.
Esa reducción de precios la AIE la explica por el incremento de la producción de los “los tres grandes productores”, Rusia, Estados Unidos y Arabia Saudí.
Todo esto viene a cuento porque no sabemos si somos conscientes de cómo algunos agentes del transporte se han silenciado en las semanas más recientes.
Vemos cómo un factor externo, el petróleo, impacta la vida dominicana, cómo complica la gobernanza y cómo algunos elementos aprovechan esa situación para exacerbar los ánimos, y por momentos alterar la paz.
Es una buena ocasión para comprender que los cambios en los precios de los combustibles están asociados a las fluctuaciones del petróleo en el mercado internacional.
Una situación positiva, ahora que nos aproximamos a final de año, cuando la gente recapitula, aspira más a pasar los días en paz y alimenta las expectativas de mejoría para el período que se aproxima. FRANCISCO S. CRUZ
Se podrá decir lo que se quiera, incluso especular y atizar rancios prejuicios geopolíticosideológicos ya superados, sobre dos trascedentes momentos históricos que, en menos de 20 años, ha protagonizado el país: la apertura de las relaciones diplomáticas, políticas y comerciales con dos países: el primero, “en el mismo trayecto del sol”, como diría nuestro Poeta Nacional, Pedro Mir, Cuba (1998); y el segundo, como diría Juan Bosch, en “las Antípodas”, China (2018).
Y fue el mismo Fidel Castro, si mal no recuerdo, en una visita que realizaran líderes políticos dominicanos a la Habana, quien exaltó el gesto o libre ejercicio de so- beranía del gobierno de turno -sellada con su vista oficial-histórica (1998)-, pero también, la tardanza de otros gobiernos, “demócrata-liberales”, en marcar, oficialmente, el antes y el después.
Esos dos hitos históricos, no habrá forma de regateárselos a dos presidentes y líderes del partido que fundara Juan Bosch (PLD-1973): El doctor Leonel Fernández y el licenciado Danilo Medina actual presidente del país que, justamente, acaba de realizar la primera visita –invitación oficial- de un Jefe de Estado dominicano a la República Popular China para reafirmar esas relaciones, dejar inaugurada nuestra sede diplomática en el gigante asiático y firmar 18 acuerdos vitales para la expansión y proyección de nuestras exportaciones, turismo, política de cooperación técnica-financiera e intercambio cultural.
Y si quisiéramos precisar dos enfoques claves-estratégicos -como política de Estado- para el desarrollo y avance del país en estos últimos años, sobresalen dos: crecimiento económico (con estabilidad-macroeconómica sostenida) y ruptura-redimensión histórica de nuestra política exterior a niveles increíbles, pues el país ha sido posicionado en el centro mismo de las grandes tendencias globales del comercio, la tecnología, los bloques y sub-bloques económico-geopolíticos, y más que ello, en algunos casos, haciendo de líder-mediador –regional- en conflictos-crisis de difícil y compleja solución -Venezuela-Honduras-Ecuador- apostando siempre al diálogo, los consensos y la auto-determinación de los pueblos. En consecuencia, y como reconocimiento a esa presencia activa en el escenario internacional, hemos sido sede de innumerables foros y eventos de la agenda global y regional.
Sin duda alguna, la apertura de las relaciones diplomáticas con Cuba y China perfilan al país en la ruta histórica correcta, en un mundo cada vez más globalizado, subdivido en bloques-económicos; pero más que nada, donde lo ideológico fue engullido -y hace rato- por lo geopolíticocomercial, el pragmatismo de la diplomacia de las conveniencias, el aprovechamiento -explotación-racional-comercialde los recursos naturales-minerales, y porqué no, la ubicación geográfica o, como dijera un conocedor y estudioso de la geopolítica y las relaciones internacionales -el Embajador, Gedeón Santos-, por “El poder de atreverse”.