CESARÍN GERÓNIMO: ENCONTRÉ LA FELICIDAD A TRAVÉS DEL BÉISBOL
El inmortal del deporte dominicano dice que superó los retos porque se aferró a su formación espiritual
Ganador de cuatro Guantes de Oro y exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, César Gerónimo es un lau- reado beisbolista de Grandes Ligas que supo poner en alto nuestro país en todos los terrenos, durante sus casi 20 años de carrera.
Aunque tuvo que enfrentar muchos retos en el transcurso, Gerónimo dice que se aferró siempre a la educación espiritual, que adquirió en los cuatro años que duró estudiando para clérigo.
Durante 18 años cumplió uno de sus más anhelados sueños: jugar con los Tigres del Licey, donde se posicionó como uno de los diez mejores jonroneros y terminó con un promedio de 282.
Gerónimo fue presidente de la Federación de Peloteros Dominicanos por varios años, y actualmente desempeña la labor de subdirector del Instituto Nacional de Educación Física desde el 2011.
1. Infancia en El Seibo
Nací en Santa Cruz de El Seibo, en el 1948. Fui el primero de seis hijos de César Gerónimo y Gladys Zorrilla. El último de mis hermanos jugó básquetbol con San Carlos durante mucho tiempo, y otro jugó en la Universidad Autónoma de Santo Domingo en la década de los 60. Me crie en mi pueblo, donde comencé jugando béisbol en la calle con pelotas de gomas y medias. A los ocho años tuvimos un accidente y salí gravemente herido, tuve una herida muy grande en la cabeza. Los médicos duraron ocho horas para arreglarme todo. Gracias a Dios por haberme salvado, porque el accidente fue muy fuerte. Creían que no iba a sobrevivir”.
2. Quiso ser clérigo
A los 14 años salí de mi provincia, comencé otra etapa, probablemente uno de los acontecimientos más importantes. Intenté ser clérigo en