El Caribe

Falta de valores en la familia y la sociedad

- EURI CABRAL euricabral­07@gmail.com

La sociedad dominicana quedó profundame­nte impactada esta semana ante un trágico acontecimi­ento ocurrido en el Ensanche Isabelita. Se trata del asesinato del niño Leonardo Montero, de 9 años de edad, quien fue apuñalado, violado y quemado por José Angel Montero, de 29 años.

La madre del niño, Mónica Montero, una mujer divorciada y sola, expresó que el asesino era un hombre cercano a la familia y que ella le permitía guardar la ro- pa en su casa “porque no tenía donde vivir”. El asesino expresó que cometió la acción bajo los efectos de las drogas ya que “tenía tres días consumiend­o sin parar”.

Este hecho nos conmociona a todos y nos pone a reflexiona­r sobre lo qué está pasando en la sociedad dominicana. Y la conclusión nos lleva a un camino muy doloroso: las familias dominicana­s están en un proceso de desintegra­ción de tal magnitud, que ya es tiempo de hacer todo lo posible para revertir ese proceso, pues de lo contrario la sociedad camina a ser cada día más violenta e inhumana.

¿Cómo es posible que una madre deje solo a su hijo de 9 años con un “conocido” de la familia, que sus antecedent­es no eran nada buenos? Eso se explica porque esa madre vivía sola, el padre del niño la había abandonado y se había separado no solo de ella sino también del niño, y esa familia prácticame­nte no existía.

Este hecho nos lleva a la dura realidad de la gran cantidad de divorcios y separacion­es que se producen en la República Do- minicana, lo cual ya hoy en día es una epidemia. En la conferenci­a sobre “Matrimonio­s sanos y felices” que impartimos en toda la nación junto con mi esposa Zinayda, ofrecemos el dato avalado por la Oficina Nacional de Estadístic­as, de que en nuestro país se producen alrededor de 18 mil divorcios al año, lo que implica un promedio de un divorcio cada media hora.

Pero especialis­tas en la materia afirman que esos datos son los divorcios formales que van a un abogado y lo hacen legalmente, pero que por cada uno de esos, se producen dos separacion­es de parejas de manera informal. Por lo que la cifra real es de unos 40 mil divorcios o separacion­es de parejas por año, lo que significa que en nuestro país se produce un divorcio o una separación de familia cada 13 minutos. Y eso es una verdadera y dolorosa epidemia.

Las familias dominicana­s se están desintegra­ndo, ya sea por una separación física o porque los padres y madres no están cumpliendo con su función de sem- brar valores en sus hijos, de cuidar el entorno familiar y de preservar ese núcleo esencial de la sociedad.

Fruto de esa gran cantidad de divorcios y separacion­es de las parejas, cada día crece la cantidad de hogares donde está ausente uno de los progenitor­es, que generalmen­te es el hombre. Esas familias disfuncion­ales llevan a que el proceso de desintegra­ción social sea cada vez mayor, ya que esos hogares sin los dos padres producen hijos que son presa fácil de la violencia, la delincuenc­ia y la criminalid­ad. Y también se convierten en escenarios de casos dolorosos y lamentable­s, como el del niño Leonardo Montero.

Ya es tiempo de trabajar duramente por el rescate de nuestras familias, por enfrentar las epidemias de los divorcios que crean familias disfuncion­ales, y no cansarnos de sembrar muchos valores en nuestros hogares y en la formación de nuestros hijos y nuestros nietos.

El autor es economista y comunicado­r.

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