Confiemos

LA ASOCIACIÓN DOMINICANA de Profesores (ADP) advirtió de que en el inicio del año escolar podría haber dificultades para algunos muchachos por falta de aulas y por una cantidad apreciable de escuelas que aún no han sido reparadas.

Desde otros litorales ha habido denuncias de padres que no han podido inscribir sus muchachos porque en las escuelas más cercanas les han dicho que no hay cupo.

Desde Santiago persiste el reclamo de que sean acelerados los trabajos de reparación de las escuelas Francisco Ulises Espaillat, Emilio Prud’Homme, y la Emma Balaguer, en Cienfuegos. Reclamo similar en los centros educativos Club Nouel y Delio Reyes, en La Ciénaga. También se habla de sobrepoblación estudiantil en las escuelas Gricelis Martínez y Ana Josefa Jiménez, en la zona Sur de la ciudad norteña.

Ayer, el ministro de Educación Antonio Peña Mirabal dio garantías de que ningún estudiante de básica o media quedará fuera de las aulas, porque se agotan todas las previsiones para que no ocurra de esa manera. Reconoce que ha habido una importante migración de estudiantes de colegios privados a las escuelas públicas por los cambios positivos que viven las escuelas a consecuencia de programas como la Tanda Extendida y el programa República Digital, y si es así, tiene necesariamente que haber más presión sobre la matrícula.

Es innegable el vasto programa de construcción de escuelas públicas. Mil 180 centros escolares para no menos de 20 mil nuevas aulas, pero persisten las demandas de más y más escuelas. El programa de edificaciones todavía no llega a su fin. Ayer nomás el gobierno inauguró dos en La Romana, con un total de 62 aulas.

Hay una explosión de matriculación en las escuelas públicas. Eso es bueno. Es un reconocimiento a un ejercicio positivo en el desempeño del sector educativo de parte de la población que demanda más aulas.

Es un reto. Confiemos en la seguridad que ofrece el ministro de Educación de que ningún alumno de escuela básica o media quedará fuera de las aulas.