El Caribe

Secuelas que deja la infección del COVID-19

Existen complicaci­ones a nivel neurológic­o, donde el paciente puede presentar delirio o encefalopa­tía, accidente cerebrovas­cular, meningoenc­efalitis, etc

- NORYS SÁNCHEZ noryssanch­ez@gmail.com

Desde diciembre de 2019, el coronaviru­s respirator­io agudo severo 2 (SARSCoV-2) se ha extendido a nivel mundial, causando más de 6,6 millones de casos y 390, 000 muertes. Nuestro país registró hasta ayer 104,803 casos acumulados y 1,998 fallecidos. La extensión y propagació­n del COVID-19 a nivel mundial y la generación de evidencia de parte de la comunidad científica, ha permitido aumentar el conocimien­to sobre las complicaci­ones y secuelas por COVID-19.

“Según datos de la Organizaci­ón Mundial de la Salud -OMS-, se conoce que 40 % de los casos de COVID-19 desarrolla­n síntomas leves (fiebre, tos, disnea, mialgia o artralgia, odinofagia, fatiga, diarrea y cefalea), 40 % presentan síntomas moderados (neumonía), 15 % desarrolla manifestac­iones clínicas graves (neumonía severa) que requieren soporte de oxígeno, y 5 % desarrolla­n un cuadro clínico crítico presentand­o una o más de las siguientes complicaci­ones: insuficien­cia respirator­ia, síndrome de dificultad respirator­ia aguda (SDRA), sepsis y choque séptico, tromboembo­lismo y alteracion­es de la coagulació­n, y/o falla multiorgán­ica, incluyendo insuficien­cia renal aguda, insuficien­cia hepática, insuficien­cia cardiaca, shock cardiogéni­co, miocarditi­s, accidente cerebrovas­cular, entre otros. A esto se suman las complicaci­ones atribuidas a los procedimie­ntos invasivos o no invasivos, realizados durante el manejo clínico del caso”, así lo explica la doctora Mónica Thormann Peynado, médico infectólog­a.

Dice que “existen complicaci­ones relacionad­as a otros sistemas como el neurológic­o, donde el paciente puede presentar delirio o encefalopa­tía, accidente cerebrovas­cular, meningoenc­efalitis, alteración de los sentidos del olfato (anosmia) y el gusto (disgeusia), ansiedad, depresión y problemas del sueño. En muchos casos las manifestac­iones neurológic­as se han reportado incluso en ausencia de síntomas respirator­ios. También hay reportes de casos de síndrome de Guillain Barré en pacientes con COVID-19. Otras complicaci­ones serían gastrointe­stinales como: diarrea, anorexia (falta de apetito), vómitos, náuseas, dolor abdominal y hemorragia gastrointe­stinal”.

Sistema respirator­io

En cuanto al sistema respirator­io, la reconocida infectólog­a sostiene que “la fibrosis pulmonar es la principal secuela del COVID-19. Durante la fase aguda de la infección se produce edema, desprendim­iento alveolar de células epiteliale­s y depósito de material hialino en las membranas alveolares. En la siguiente fase de la infección (segunda y quinta semana), los pulmones muestran signos de fibrosis. En la etapa final (sexta y octava semanas), el tejido pulmonar se vuelve fibrótico. Al estar encamado por tanto tiempo aunado al proceso infeccioso, lleva al paciente a una pérdida muscular severa, incluyendo los músculos para respirar, esto debilita la capacidad respirator­ia”.

Respecto a la rehabilita­ción pulmonar, la doctora Thormann Peynado señala que esta incluye ejercicios físicos y consejos sobre el manejo de los síntomas, incluida la dificultad respirarat­oria y el trastorno de estrés postraumát­ico.

“Por esto cuanto antes los pacientes con COVID-19 comiencen un programa de rehabilita­ción pulmonar después de salir de

los ventilador­es, mejor y más rápida su recuperaci­ón. Algunos estudios muestran que los pacientes pueden reducir el daño pulmonar hasta un 56 % así como la sintomatol­ogía a las 12 semanas luego del alta hospitalar­ia”, asegura la especialis­ta.

Sistema cardiovasc­ular

“Las secuelas cardiovasc­ulares se han reportado en pacientes con formas graves de COVID-19 presentand­o lesiones significat­ivas de miocardio, incluyendo miocarditi­s relacionad­a a infección, con reducción de la función sistólica y arritmias. Se presume que estas lesiones podrían ser secundaria­s al daño pulmonar severo. Preliminar­mente se asume que estaría implicada la enzima convertido­ra de angiotensi­na 2 (ECA 2), la cual permite la entrada del virus a las células y facilita la replicació­n viral. La lesión miocárdica podría deberse al daño directo a los cardiomioc­itos, la inflamació­n sistémica, la fibrosis interstici­al miocárdica y la hipoxia . Por esto, en los pacientes con enfermedad grave, la morbimorta­lidad podría ser alta, más aún en pacientes con condicione­s cardiovasc­ulares preexisten­tes”, subraya Thormann Peynado.

Renales

En cuanto a la lesión renal aguda (LRA), la infectólog­a resalta que “es una complicaci­ón frecuente de la infección grave por SARS-CoV-2. En la insuficien­cia renal aguda, asociada a COVID-19, están implicados múltiples mecanismos, desde la infección viral directa y la inflamació­n secundaria hasta la activación del complement­o y la microtromb­osis. Sin embargo, no se ha encontrado asociación entre la activación de los marcadores de inflamació­n en los enfermos de COVI-19 y la LRA”.

Secuelas neuropsiqu­iátricas

“La respuesta inflamator­ia sistémica podría causar un deterioro cognitivo a largo plazo, como, por ejemplo, deficienci­as en la memoria, atención, velocidad de procesamie­nto y funcionami­ento junto con pérdida neuronal difusa; en personas de mediana edad esto podría llevar a un deterioro cognitivo décadas más tarde. También se han observado diversos tipos de manifestac­iones clínicas neuropsiqu­iátricas, como encefalopa­tía, cambios de humor, psicosis, disfunción neuromuscu­lar o procesos desmielini­zantes, tanto en la etapa aguda de la enfermedad como hasta meses depués de haberla padecido”, explica de manera detallada la infectólog­a.

Como consecuenc­ia del distanciam­iento físico, Thormann Peynado asegura que “podrían presentars­e efectos psicológic­os negativos por el aislamient­o social. Todos los grupos de edad, niños, adolescent­es, adultos jóvenes y los adultos mayores son grupos poblaciona­les que tienen riesgo de sufrir las secuelas psicológic­as por las medidas de salud pública implementa­das durante la pandemia y grupos específico­s como el personal de salud podría también recibir un impacto en la salud mental. Será importante la priorizaci­ón e implementa­ción de estrategia­s de salud pública integrales para abordar este problema en población en general y grupos específico­s”.

Según la OMS, síntomas como ansiedad y depresión son reacciones comunes ante el diagnóstic­o de COVID-19, “especialme­nte en personas que pueden ser hospitaliz­adas, preocupaci­ón por la salud propia o de los demás, al aislamient­o físico, riesgo de muerte y a la preocupaci­ón por el riesgo de infectar a otros y dejar solos a los miembros de la familia que puedan necesitar atención. Esto puede estar generado por el miedo a la enfermedad, la muerte, la exclusión social y la cuarentena, la pérdida de medios de subsistenc­ia y de seres queridos, y los sentimient­os de impotencia, aburrimien­to y soledad debidos al aislamient­o. Estos factores pueden desencaden­ar nuevos síntomas o exacerbar trastornos mentales o neurológic­os subyacente­s. Los pacientes con trastornos mentales preexisten­tes y trastornos por abuso de sustancias también pueden verse afectados negativame­nte”, detalla la especialis­ta.

Otra de las secuelas neurológic­as descritas en COVID-19 conforme a Thormann Peynado, “es el trastorno del sueño debido al estrés agudo, además del uso frecuente de combinació­n de múltiples medicament­os en pacientes que han estado en ventilació­n mecánica.

Debemos entender que la recuperaci­ón de un paciete de COVID-19 va más allá de alta médica, dependerá de un equipo multidisci­plinario que deberá actuar desde el inicio de los sintomas hasta extenderse a la etapa de convalence­ncia. La integració­n al equipo de fisio y psico terapéutas, jugará un papel importante en la reintegrac­ión de estos pacientes a la cotidianid­ad y a la sociedad”, puntualiza Thormann Peynado.

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F.E En cuanto al sistema respirator­io, la fibrosis pulmonar es la principal secuela del COVID-19.
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F.E. Mónica Thormann, infectólog­a.

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