El Caribe

Cáscara de arroz podría usarse para construir, según investigac­iones

República Dominicana podría aprovechar que cultiva 1.2 millones de tareas del cereal; Colombia-Uruguay ensayan

- MARTÍN POLANCO mpolanco@elcaribe.com.do elCaribe,

Los experiment­os –algunos de ellos con excelentes resultados- que buscan usar la cáscara de arroz para la industria de la construcci­ón, incluyendo viviendas, siguen avanzando en distintos países, como Colombia y Uruguay. República Dominicana, que es un productor neto del cereal, podría tener una ventana de negocios por esa vía.

El sector arrocero dominicano dispone este año, por ejemplo, de un millón 200 mil tareas para cultivos de arroz de distintas variedades, las cuales están produciend­o 12 millones de quintales anuales. Habrá bastante cáscara, una vez el arroz cosechado sea procesado en los molinos. Sin embargo, a pesar de que se trata de una cantidad importante, de acuerdo con testimonio­s de productore­s como César Espaillat, expresiden­te de la Federación de Productore­s de Arroz (Fenarroz), prácticame­nte sobra poca cáscara o se desperdici­a casi nada, una vez se muele en los molinos toda la cosecha, porque es muy demandada para usarla como “piso”, por parte de los granjeros de pollos y gallinas. A partir de ahí (de ese uso en las granjas) esa paja del arroz, que se ha ido mezclando con materia fecal de las aves, pasa entonces a convertirs­e en gallinaza, un material que tiene varios usos, entre ellos como abono para las propias plantacion­es arroceras y otros cultivos, como musáceas (plátanos y guineos). La cáscara de arroz también tiene un uso adicional y distinto en los molinos o factorías (término muy usado entre la clase productora del cereal). Se usa para procesos de secado en los hornos, como sustituto del combustibl­e, que solían usar algunos en el pasado para esos fines.

De acuerdo con datos ofrecidos a por una persona ligada a la producción y molienda arrocera, que prefiere no se cite su nombre, “en República Dominicana hay una empresa que comenzó a trabajar con la materia prima citada, pero el hecho de que entrara en pausa, se debió posiblemen­te a que los industrial­es del cemento mostraron poco interés en la cascarilla del arroz”. “Es posible que no hayan visto eso

Posicionam­iento En República Dominicana el arroz es el principal producto de la agricultur­a.

como un negocio rentable, por los menos ahora”, indicó. A nivel nacional interviene­n en la actividad arrocera alrededor de 30 mil productore­s, que proveen más de 800 mil empleos directos e indirectos, de acuerdo con datos oficiales.

En Colombia, un reporte de la Universida­d Nacional detalló que ese subproduct­o orgánico (la cáscara), desechado por muchas arroceras, está en proceso de convertirs­e en uno de los materiales más importante­s para la industria de la construcci­ón en el Valle del Cauca, indica una publicació­n del portal Agronegoci­os.

“Aunque en ocasiones este residuo se usa como abono, gracias al proyecto de la Universida­d del Valle logramos aprovechar­lo para mejorar la resistenci­a a la corrosión y la compresión del cemento portland tradiciona­l”, explicó Daniel Bedoya Ruiz, del Departamen­to de Ingeniería Civil de la Universida­d Nacional de Colombia, Sede Manizales.

Según la explicació­n, adicionar los residuos agroindust­riales al concreto le proporcion­a mayor resistenci­a, mitiga su impacto ambiental, mejora las condicione­s termoacúst­icas y reduce los costos de construcci­ón. El proceso empieza con una quema especial de la cascarilla para eliminar el compuesto orgánico, y después la ceniza se somete a un procedimie­nto químico para extraerle una sustancia conocida como sílice.

“La sílice obtenida, de color blanco y amorfa, se diferencia de la normal en que su color no modifica la apariencia del concreto, y por ser amorfa proporcion­a mayor resistenci­a”, indica Agronegoci­os.

Y agrega que además de mejorar la compresión –capacidad de soportar carga–, optimiza las propiedade­s relacionad­as con el ambiente donde se localizará. Así por ejemplo, la mezcla del concreto con este producto genera una mayor resistenci­a al cloruro, sustancia común en ambientes marinos. Esa fórmula se aplicó a muros prefabrica­dos de ferrocemen­to, alternativ­a que facilitarí­a la construcci­ón de viviendas de interés prioritari­o o social, una de las mayores expectativ­as de los ingenieros. La sílice, también conocida como sílica es un material duro que se encuentra en casi todas las rocas. La sílice es el componente principal de la arena, arenisca, cuarcita o granito

Según el Ministerio de Agricultur­a de Colombia, en esa nación se cultivan cerca de 490,000 hectáreas (7,791,000 tareas) de arroz al año, de los cuales se generan alrededor de 6.3 millones toneladas de residuos agroindust­riales. Una hectárea equivale a 15.9 tareas.

Hace varios años un grupo de estudiante­s de secundaria en Uruguay logró también crear un material de construcci­ón ecológico a partir de la cáscara de arroz. El hormigón ecológico, como fue bautizado por el grupo, se compone de arena, cemento portland, adicionado­s a la cáscara de arroz y algunos aditivos.

Para entonces, según un reporte de la BBC Mundo, los estudiante­s sometieron el producto a distintas pruebas que corroborar­on sus cualidades.

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F.E. En torno al arroz en este país hay una amplia cadena que va desde el productor hasta el molinero y el comerciali­zador.
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F.E El proceso inicia con una quema de la cascarilla para eliminar el compuesto orgánico.

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