Un conjunto de buenas medidas
EL PRESIDENTE LUIS ABINADER ha identificado el precio de la canasta básica como un preocupante problema para las familias, y pese a reconocer que son principalmente factores externos los que inciden en su alza, puso en marcha una serie de medidas para abordar la situación.
Para ello, asumió varias de las iniciativas de las mesas de trabajo integradas por diferentes sectores para implementar un plan de acción para paliar el aumento de precio de los productos.
Entre las medidas de más impacto figura mantener hasta diciembre de este año los 350 mil beneficiarios adicionales de los programas Supérate, congelar por 30 días los precios del GLP y las gasolinas, ampliar los mercados populares de Inespre y que Aduanas ponga a disposición RD$2,000 millones en facilidades crediticias, para importadores de productos e insumos agropecuarios vinculados a la canasta básica. En tanto el Ministerio de Agricultura coordinará la preparación de tierra para la siembra de productos de ciclo corto.
Asimismo, al sector construcción se aplicarán reducciones de un 15% en varios artículos y se ofrecerá para la edificación de viviendas de bajo costo 1.2 millones de fundas de cemento con un 15% de descuento en su precio.
Trascendente es también la convocatoria inmediata del Comité de Salarios para que se efectúe una revisión.
La esperanza es que estas medidas impacten de manera positiva, aunque hay conciencia de que el proceso inflacionario es un fenómeno global que ha sido desencadenado por el aumento en la demanda de materias primas.
Estas bienintencionadas disposiciones merecen el apoyo de todos los sectores, pues están encaminadas a asegurar que los alimentos básicos se mantengan al alcance de las familias de escasos recursos.
Así como confiamos en que estas medidas representen un alivio para la población, esperamos también que se apliquen los controles para evitar que los que siempre pescan en río revuelto intenten hacer su agosto en medio de una crisis que a todos nos afecta.
Aunque el momento de dejar atrás esta pandemia se avizora cada día más cercano, entendemos que la crisis exige respuestas pragmáticas como las dispuestas por el mandatario, las que se han apoyado, lo cual es sumamente positivo y aleccionador, en un esfuerzo colectivo, que es la mejor manera para construir un país.
El asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, agrava la caótica situación en el vecino país. Y plantea serias interrogantes a la República Dominicana. Haití es un socio comercial importante. Básicamente, el intercambio bilateral se realiza a través de la frontera y el asesinato del presiden
CARLOS NINA GÓMEZ
La historia continúa. No tiene reversa y, -este es un aspecto que debe ser asimilado por la generalidad de los periodistas dominicanos, en especial los de la llamada “nueva generación”, nadie la puede retorcer. La historia, que la forman los hechos, nunca se atasca.
Lo he planteado en otros artículos e incluso plasmado en algunos de mis libros en los que trato sobre el ejercicio del periodismo (profesional) en República Dominicana.
Ya han pasado cuatro décadas -y dos años más- desde que di mis primeros tete haitiano deja el futuro inmediato de ese intercambio en una espesa bruma de incertidumbre.
Por razones de seguridad, tan pronto se supo del atentado en Puerto Príncipe contra el mandatario haitiano, el presidente Luis Abinader dispuso un reforzamiento de las medidas del control fronterizo, que incluye el cierre temporal de la línea divisoria entre ambos países.
La medida afectará el intercambio de productos que en situación de normalidad se realiza en varios puntos de la frontera. Y la pregunta que no tiene por el momento respuesta alguna es el tiempo que podría durar esa situación. Muchos sectores dominicanos dependen de la estabilidad de ese intercambio. Y millones de haitianos dependen también de él para suplir la deficiencia de su aparato productor de alimentos. clazos para comenzar mi dilatada labor periodística.
Siempre he actuado sin mácula, fundamentado en los principios y ética, con el deseo de satisfacer a los grandes maestros de esta profesión que el inmortal Gabriel García Márquez bautizó como “el mejor oficio del mundo”.
Resaltar, además, que en este moderno mundo, que ahora se le llama “global”, hay individuos que deambulan por las calles sin brújulas y creen que están vivos, pero no saben que, en la práctica, no existen. ¡Son muertos en vida!
No quiero que por escribir esta serie de trabajos se me quiera sindicar como que tengo la verdad absoluta. La verdad es una sola y siempre sale a “flote”.
Escritas las citadas líneas, no más distracción. Sigo con mi exposición sobre la maravillosa historia que marcó a los emblemáticos noticiarios radiales.
Durante los fatídicos 12 años, que caracterizaron al bestial régimen dirigido por Joaquín Balaguer, los noticiarios radiales se constituyeron en la principal plataforma informativa de República Dominicana.
La prolongación de la crisis y sus efectos económicos en la relación de intercambio bilateral podría crear una aguda escasez de alimentos en Haití. Si llegara a suceder, cabría esperar un aumento desbordado del flujo de inmigrantes hacia esta parte de la isla.
El problema es mayor de lo que el asesinato de un presidente significa. Haití tiene una larga tradición de inestabilidad que se remonta a su nacimiento como nación independiente a comienzos del siglo XIX. Su crisis de gobernabilidad es del mayor interés para la República Dominicana y su agudización por efecto de la ausencia de una autoridad legítima nada bueno augura.
El reforzamiento de la zona fronteriza es, pues, una prioridad nacional en medio de la incertidumbre que ensombrece hoy la vida haitiana.