Lo de la niña Adrelis no es un caso único
La muerte de Adrelis Tapia Ojeda, de siete años de edad, mientras terminaba una tarea en la casa de una vecina el pasado lunes, ha despertado el miedo en la comunidad, donde no es la primera vez que se registra un hecho como en este. Tal fue el caso del menor Derek Tejada, de 13 años, quien soñaba con ser pelotero pero murió en medio de un tiroteo entre bandas.