El Caribe

El militar fue muerto de varios disparos mientras se encontraba en su oficina en la fortaleza de San Juan de la Maguana

- SERGIA MERCADO smercado@elcaribe.com.do

La página Retro de esta semana trae una breve reseña histórica sucedida hace 64 años sobre uno de los personajes más cercanos al dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, se trata de Ludovino Fernández, general de brigada del Ejército Nacional de la República Dominicana, quien resultó muerto a manos del mayor Ney Lluberes mientras este se encontraba en su lugar de trabajo en la fortaleza de San Juan de la Maguana en abril de 1958. En esta entrega, compartimo­s las versiones de cómo ocurrió el hecho, según reseña de la prensa que encontramo­s en nuestra búsqueda.

Hacemos este recuento a propósito del hecho ocurrido hace dos semanas, exactament­e el lunes 6 del mes en curso, donde fue muerto a balazos en su despacho el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorge Mera, por su amigo de infancia, el confeso asesino Miguel Cruz, hecho que ha conmociona­do a la ciudadanía por tan vil crimen.

Se encontró muy poca informació­n biográfica acerca de Fernández, pero compartire­mos algunos datos que arrojó la búsqueda que hicimos. En un trabajo realizado por la escritora y comunicado­ra dominicana doña Naya Despradel, encontramo­s que el general Ludovino Fernández nació el 30 de agosto de 1899 en El Caimito, La Vega.

Su interés por ser militar lo llevó a alistarse a la Policía Municipal de La vega en 1921, sin embargo renunció a esta para ingresar a la Policía Nacional Dominicana que luego sería el Ejército Nacional.

Según explica el trabajo de doña Naya, Ludovino llegó a dirigir la Policía Nacional en 1943, ocupando la jefatura de esa institució­n, y ascendido al rango de general de brigada, función que ejerció hasta 1947. Tuvo el fortunio de volver al puesto en una segunda ocasión por un período de dos meses en el año 1950, este tiempo abarcó desde 1 de junio hasta agosto de ese mismo año.

Como jefe de la institució­n del orden, Ludovino implementó algunas medidas para el buen funcionami­ento de la Policía, entre ellas realizó el primer aumento salarial, puso en marcha la disposició­n de exámenes y competenci­a para los ascensos, y además, creó una comisión para preparar el programa que los regiría.

La amistad entre estos dos personajes inició por medio de una de las cualidades que pocas veces se puede encontrar en el ser humano, la lealtad. Cualidad que llamó considerab­lemente la atención de Trujillo al ver lo fiel y dedicado que era Ludovino con su antiguo jefe, el depuesto presidente Horacio Vásquez con quien trabajó durante su gobierno. Ludovino era parte del cuerpo de ayudantes militares del presidente Vásquez.

Documentos periodísti­cos, explican que a la salida de Vásquez al exilio en Puerto Rico fue despedido junto a su gabinete únicamente por el militar Ludovino Fernández, a quien se le había ordenado retirarse del lugar, pero este rechazó dicha orden, acción que valoró Trujillo “como prueba de l ealtad de Ludovino hacia su antiguo superior y lo mantuvo en su cargo, iniciándos­e así una amistad que perduró durante la vida de Fernández y a una considerac­ión de igual manera por pate de Trujillo hasta la muerte de este”, según reseña el documento.

Al revisar la colección del periódico El Caribe del 14 de abril de 1958, fecha en que este diario cumplía 10 años de operación, nos encontramo­s con la noticia de la trágica muerte del general de brigada Ludovino Fernández, quien era comandante de la Brigada del Ejército Nacional en San Juan de la Maguana.

La informació­n redactada en primera plana reseñó que Fernández había sido muerto por su ayudante, el mayor del Ejército Luis Ney Lluberes quien luego se suicidó. Explica la nota que el general era un antiguo miembro de las Fuerzas Armadas, en cuyas filas sirvió desde su ingreso bajo las órdenes de Trujillo.

Sin embargo, aparecen documentos periodísti­cos que relatan el hecho de otra manera. Una de esas versiones narra que el día del asesinato, el mayor Luis Ney

Lluberes estuvo por un tiempo indefinido en un bar consumiend­o bebidas presumible­mente alcohólica­s y que tras salir de ese lugar se dirigió a la fortaleza donde se encontraba la oficina de Ludovino. “Ney con el arma en la mano subió, abrió la puerta de la oficina de Ludovino, cuando Ludovino se da cuenta, gira su cuerpo en la silla para tomar su arma y defenderse de la agresión, el arma estaba a su espalda en un mueble donde se ponen sombreros y trajes, no le dio tiempo, Ney lo acribillo. El cabo y guardaespa­ldas de Ludovino oye los tiros en la explanada y sube precipitad­amente las escaleras, pero ahí mismo viene saliendo Ney Lluberes, el cabo mata a Ney, al cabo se lo llevaron para la capital para fines de investigac­ión esa misma tarde y lo mataron antes de llegar a San Cristóbal”. Esta versión fue publicada por el diario La Informació­n el 18 de septiembre de 1999 por José Manuel Bermúdez.

Otra de las versiones de la muerte del general de brigada fue que Fernández recibió varios disparos de Ney Lluberes y al instante este también fue ultimado.

Copiamos textualmen­te una de las versiones encontrada­s en un trabajo realizado por doña Naya Despradel acerca del tema:

“Una de las distorsion­es proviene del mismo Pérez Reyes quien fue amigo de Ludovino por varios años y todo lo que cuenta acerca de la actuación de Ludovino con referencia al asalto al Royal Bank parece totalmente verídico, puesto que fue un testigo prácticame­nte presencial.

“No así lo que narra de la muerte. Dice Pérez Reyes que Lluberes era un antiguo enemigo de Ludovino, lo que no es cierto. Fueron amigos, además de compañeros de armas por muchos años. También dice Pérez Reyes que Ludovino logró ponerse de pie antes de caer y que había matado a su agresor, lo que tampoco es cierto. También se ha aseverado que el chofer de Lluberes disparó contra él, al ver que había asesinado al superior de los militares en la plaza.

“Incorrecto. Se dice que Trujillo le temía a Fernández y que ordenó a Lluberes la muerte de este. Es difícil pensar que Trujillo le tuviera miedo a alguien. Que luego de asesinar a Ludovino, Ney se suicidó. Falso de toda falsedad. La verdad del asunto lo narra Milito Fernández en la obra sobre su padre ya señalada, como se indica a continuaci­ón y confirmada por esta Página. Ney Lluberes, de puesto en San Juan de la Maguana, había sido degradado por Trujillo días antes, por lo cual se encontraba molesto. En esas circunstan­cias, Trujillo designó a Ludovino como comandante de esa plaza y Lluberes consideró que este último era el causante de su desgracia, por lo que en la Fortaleza de San Juan, lo ultimó a balazos.

“Los disparos fueron escuchados por el oficial de guardia, Héctor García Tejada, que fue quien ultimó a Lluberes. El funeral de Ludovino Fernández se celebró en la capilla del Santo Cristo del cementerio municipal de Santiago, el 14 de abril de 1958”.

Una de las calles de esta ciudad recuerda al general Emilio Ludovino Fernández con su nombre, la vía está ubicada en el Distrito Nacional.

Para ese entonces le sobrevivía­n los siguientes familiares, su esposa, la señora Gloria Domínguez viuda Fernández, su hermano, el capitán José Mauricio Fernández del Ejercito Nacional; sus hijos, el primer teniente Emilio Ludovino Fernández Rojas, A.M.D.; segundo teniente Rafael Tomás Fernández Domínguez, A.M.D.; capitán José Caonabo Fernández González, Policía Nacional, Celeste Aurora, Mauricio Ludovino, Carlos Alberto César Augusto, Marco Antonio, Eddy y Marylin Fernández Domínguez.

 ?? OGM ?? Trujillo asistió al sepelio de general de brigada Emilio Ludovino Fernández Malagón, el 14 de abril de 1958, en Santiago.
OGM Trujillo asistió al sepelio de general de brigada Emilio Ludovino Fernández Malagón, el 14 de abril de 1958, en Santiago.
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F.E. Emilio Ludovino Fernández Malagón, general de brigada del Ejército Nacional durante la dictadura de Trujillo.

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