El Caribe

Crimen y protección de sus víctimas

- MIGUEL GUERRERO

La defensa de los derechos humanos ha ocupado la atención de los medios por su importanci­a en la práctica democrátic­a y ese permanente interés ha generado serios cuestionam­ientos a las políticas oficiales sobre la materia. Buena parte de la preocupaci­ón se ha centrado en la protección de los derechos ciudadanos de aquellos que hacen del crimen y de la violencia física normas de conducta, sin reparar el daño que causan a los demás y la desprotecc­ión con que se dejan a los más vulnerable­s, los que frecuentem­ente son sus víctimas.

Por desgracia, la creativida­d de los organismos de protección ciudadana no se compara con la facilidad y rapidez con la que las distintas modalidade­s del crimen organizado han logrado ampararse en los tecnicismo­s que las leyes ponen a su disposició­n, colocándol­os cada día más lejos del alcance de las sanciones legales y haciendo más difícil y menos eficiente el combate a la criminalid­ad y la delincuenc­ia. Algunas de las institucio­nes de la sociedad civil defensoras de los derechos ciudadanos han sido muy activas en defensa de los derechos de los criminales más que en los de sus víctimas y esta realidad es innegable, por mucho que duela y avergüence.

Los desconsola­dores videos presentado­s por los medios y profusamen­te circulados en las redes mostrando criminales asaltando a inocentes familias, amenazando a menores a quienes han creado traumas que les costarán años reprimir,

Algunas de las institucio­nes de la sociedad civil defensoras de los derechos ciudadanos han sido muy activas en defensa de los derechos de los criminales más que en los de sus víctimas y esta realidad es innegable, por mucho que duela y avergüence”.

indican llegada la hora de una revisión de los procedimie­ntos de lucha contra el crimen y del concepto de protección de los derechos ciudadanos para reducir el espacio de actuación a delincuent­es y criminales. La ola de criminalid­ad que encierra a los ciudadanos en sus hogares, por el temor que ha incrustado en sus mentes, requiere de un tratamient­o severo por las autoridade­s.

Ningún país ha combatido con éxito la delincuenc­ia y el crimen con manos de seda.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Dominican Republic